Luego de un silencio de varias semanas, el senador demócrata cubanoamericano Robert Menéndez emitió este martes un comunicado dando cuenta de la acusación federal de ser un “agente extranjero”.
“Durante toda mi vida he sido leal a un solo país: Estados Unidos de América, la tierra que mi familia eligió para vivir en democracia y libertad”, dijo el senador después de presentarse ante un tribunal de Nueva York para responder por la acusación, que involucra entre otros actores a su esposa Nadine y a un empresario de origen egipcio.
El senador también ha sido inculpado de tres cargos de corrupción y tráfico de influencias en beneficio de Egipto, junto a su esposa Nadine y tres hombres de negocios. La pareja ha sido acusada de recibir sobornos, dinero, barras de oro y un auto Mercedes-Benz.
Menéndez también se ha declarado “no culpable” de esos cargos, pese a que en un registro en su residencia fueron encontrados medio millón de dólares y barras de oro.
Renunció temporalmente a su cargo de presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pero hasta ahora ha descartado dimitir de su escaño en un Senado donde el Partido Demócrata tiene una frágil mayoría.
La nueva acusación alega que de 2018 a 2022 Menéndez, su esposa, el empresario Wael Hana y dos individuos más “conspiraron, confabularon y acordaron actuar juntos para que un funcionario público actuara como agente de un mandante extranjero, a saber, el Gobierno de Egipto y funcionarios egipcios”.
Los fiscales alegan que Menéndez “utilizó su influencia y poder para violar su deber oficial de manera de beneficiar al Gobierno de Egipto“.
Durante su mandato en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Menéndez supuestamente alentó a sus compañeros senadores a levantar la suspensión de 300 millones de dólares (246 millones de libras esterlinas) en ayuda a Egipto y para ello proporcionó información confidencial del Gobierno de Estados Unidos, según los fiscales.