La presión de un cierre parcial del gobierno que llegó a 34 días está pesando en los viajes por aire del país, tanto para los trabajadores federales que los hacen posibles como para las aerolíneas que dependen de estos.
Los controladores de tráfico aéreo y personal de seguridad aeroportuaria siguen trabajando sin paga –el viernes no recibirán un segundo pago quincenal–, pero las elevadas tasas de ausentismo incrementan las amenazas de largas filas en los aeropuertos, o algo peor.
Los sindicatos que representan a los controladores de tráfico aéreo, asistentes de vuelo y pilotos se muestran cada vez más preocupados por la seguridad mientras el cierre se encuentra en su quinta semana. Ejecutivos de aerolíneas, por su parte, se dicen preocupados de que las largas filas en los aeropuertos disuadan a la gente de viajar. El daño económico, si bien es poco, empieza a reflejarse en sus reportes financieros.
Los trabajadores federales afirman que el seguir sin paga los ha ido desalentando, y desconocen por cuánto tiempo más podrán aguantar.
“El estrés está afectando a todos”, declaró Al Zamborsky, un especialista en radar en el Aeropuerto Nacional Reagan, en las afueras de Washington.
Zamborsky agregó que sus compañeros están preocupados por el cierre y sus finanzas personales. Si bien la seguridad no está comprometida, indicó, la eficiencia se ha visto afectada.
Aun así, los presidentes de los sindicatos subrayaron sus preocupaciones de seguridad en un comunicado.
“Nuestra preocupación crece respecto a la seguridad de nuestros miembros, nuestras aerolíneas y el público que viaja debido al cierre del gobierno”, explicaron. “En nuestra industria reacia a los riesgos, ni siquiera podemos calcular el nivel de riesgo que actualmente está en juego, ni predecir el punto en que el sistema entero colapsará”.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) señaló que 7,5% de sus agentes de seguridad de aeropuertos programados para trabajar el miércoles no se presentaron. Tal cifra es menor que la tasa de ausentismo de 10% del domingo, pero más del doble que la registrada el mismo miércoles de 2018.
La TSA ha recurrido a enviar a agentes suplentes para contar con la cantidad necesaria de personal en algunos aeropuertos, y en ocasiones se ha visto en la necesidad de cerrar puntos de revisión en aeropuertos importantes. La TSA informó que sólo 3,7% de los pasajeros revisados el miércoles –aproximadamente 65.000 personas– esperaron 15 minutos o más tiempo.
Los controladores de tráfico aéreo son contratados por la Administración Federal de Aviación.