Hace apenas unas semanas, el Partido Demócrata se vio sacudido por el debate acerca de si el presidente Joe Biden debería dimitir o no como candidato y del mensaje y los valores que debía dar de cara a las elecciones de 2024. Una crisis interna que amenazaba con fragmentarlo y debilitarlo en un momento en el que los republicanos de Trump parecían estar encima de la ola y tener todo el viento en las velas.
La retirada de Biden, una movida inesperada, despejó el camino de la incertidumbre con la postulación y aprobación de la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris, un pase del batón a una generación mas joven que ha energizado y alegrado no solo a los demócratas, sino también a buena parte de una nación profundamente dividida por acritudes y rencores de variada gama.
Aun cuando la candidatura de Harris ha desatado un alto nivel de entusiasmo y determinación en su partido, y todavía este definiendo sus prioridades políticas y su dirección ideológica, su discurso de aceptación en la Convención Nacional Demócrata para exponer ante el país que es la persona adecuada para la Casa Blanca, es solo el principio del viaje hasta los más de 70 días que quedan para las elecciones de noviembre. Fue, sin dudas, el discurso más importante de toda su vida.
La Convención
Durante estos cuatro días los demócratas ofrecieron un espectáculo repleto de estrellas, concebido para la televisión, con la intención de crear momentos virales. Los primeros tres días de la Convención atrajeron entre 3 y 4 millones de espectadores, cifra mayor que la del evento republicano del mes pasado. Para ello contaron con la participación de estrellas como Stevie Wonder, Pink, John Legend, Sheila E. y Maren Morris.
Pesos pesados del partido, como los Obama, Bill Clinton y el propio Biden subieron al estrado durante el evento para respaldar a Harris y trazar la ruta demócrata contra Donald Trump.
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La noche final el United Center estuvo lleno de un ambiente festivo, los asistentes cantaban y bailaban al ritmo de tonadas de pop y rock clásicos. A pesar de las expectativas sobre una posible aparición sorpresa de la superestrella Beyoncé, ello no ocurrió.
Llegado el momento, Kamala Harris subió al escenario en medio de estruendosos aplausos mientras los asistentes a coreaban su nombre. Dio un discurso estructurado y coherente que resumió y a veces llevo más allá muchos de los mensajes escuchados hasta ese entonces. Fue un discurso de aceptación histórico. Es la primera mujer, la primera mujer negra y la primera mujer del sudeste asiático en ser nominada a la presidencia de Estados Unidos.
Una familia de inmigrantes
De madre india y padre jamaicano, en su discurso Kamala Harris partió del hecho de haber sido criada principalmente por la primera luego de que sus padres se divorciaran y de vivir en un pequeño apartamento en el East Bay de San Francisco. También dijo haber sido criada por amigos que eran “familia por amor”.
“Mi madre era una mujer morena brillante, de un metro y medio de altura y con acento. Como hija mayor, vi cómo el mundo a veces la trataba. Pero nunca perdió la calma. Nos enseñó a nunca quejarnos de la injusticia, sino a hacer algo al respecto. Y también nos enseñó a no hacer nada a medias”, dijo Harris, “y esa es una cita directa”. Sus padres se conocieron en una reunión de derechos civiles y le inculcaron esos valores.
Apuntó que a una edad temprana, decidió que quería ser abogada y detalló que su mejor amiga de la escuela secundaria le confió que estaba siendo abusada por su padrastro y se fue a vivir con la familia de Harris. “Esa es una de las razones por las que me convertí en fiscal. Para proteger a personas como ella”, expresó.
Un nuevo camino
Harris dijo que su campaña trata de trazar un nuevo camino hacia un futuro con una clase media fuerte y en crecimiento. “Sabemos que una clase media fuerte siempre ha sido fundamental para el éxito de Estados Unidos, y construir esa clase media será un objetivo definitorio de mi presidencia”, dijo.
Si es elegida, subrayó, aprobaría un recorte de impuestos a la clase media que beneficiará a más de 100 millones de estadounidenses. Su mandato permitiría a los nacionales “tomar plenamente sus propias decisiones sobre sus propias vidas, especialmente en asuntos del corazón y el hogar”.
“Nuestra nación tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisorias del pasado”, afirmó al aceptar la nominación demócrata. “Una oportunidad de trazar un nuevo camino a seguir. No como miembros de un partido o facción, sino como estadounidenses”.
En nombre del pueblo
“Para ser clara, durante toda mi carrera, solo he tenido un cliente: la gente”, agregó.
“Y así, en nombre del pueblo, en nombre de cada estadounidense, independientemente del partido, la raza, el género o el idioma que habla su abuela, en nombre de mi madre y de todos los que alguna vez emprendieron su propio e improbable viaje, en nombre de los estadounidenses como la gente con la que crecí, gente que trabaja duro, persigue sus sueños y se cuida unos a otros, en nombre de todos cuya historia solo podría escribirse en la nación más grande de la Tierra, acepto la nominación para ser presidenta de los Estados Unidos de América”, concluyó entre vítores y aplausos.
Una economía de oportunidades
“Prometo ser una presidenta para todos los estadounidenses”, insistió Harris. “Siempre pueden confiar en que pondré al país por encima del partido y de mí misma. Esto es personal para mí”, continuó.
“La clase media es de donde vengo. Por eso crearemos lo que yo llamo una economía de oportunidades, una economía de oportunidades en la que todos tengan la oportunidad de competir y de triunfar”. Trump, dijo, “en realidad no lucha por la clase media, sino por sí mismo y por sus amigos multimillonarios”.
El candidato republicano también planea “promulgar lo que en efecto es un impuesto nacional a las ventas, llamémoslo impuesto Trump, que aumentará los precios de las familias de clase media a casi 4 000 dólares al año”.
La administración Harris, en cambio, aprobará su propio recorte de impuestos, dijo y se refirió luego a los nominados de Trump a la Corte Suprema y a las decisiones que han resultado de ello.
Las mujeres y el control de sus cuerpos
Harris dijo que Estados Unidos “no puede ser verdaderamente próspero a menos que los estadounidenses sean plenamente capaces de tomar sus propias decisiones sobre sus propias vidas. Especialmente en asuntos del corazón y del hogar”.
“Pero esta noche, aquí en Estados Unidos demasiadas mujeres no pueden tomar esas decisiones. Y seamos claros sobre cómo llegamos aquí. Donald Trump eligió a dedo a miembros de la Corte Suprema para quitarles la libertad reproductiva. Y ahora se jacta de ello”, consideró.
“Esto es lo que está sucediendo en nuestro país debido a Donald Trump. Y entiendan, él no ha terminado. Como parte de su agenda, él y sus aliados limitarían el acceso a los métodos anticonceptivos, en lugar de abortar con medicamentos y promulgarían una prohibición nacional del aborto con o sin el Congreso”, dijo.
Y agregó que como presidenta “firmaría con orgullo” la legislación para consagrar el acceso al aborto. Harris ha sido la voz líder en la actual administración Biden sobre los derechos reproductivos y el acceso al aborto.
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Asegurando la frontera
La candidata demócrata apuntó que después de décadas en la aplicación de la ley, conoce la “importancia de la seguridad, especialmente en nuestra frontera”.
“El año pasado, Joe y yo reunimos a demócratas y republicanos conservadores para escribir el proyecto de ley fronterizo más fuerte en décadas”, recordó, pero el proyecto de ley fue rechazado por los republicanos del Senado en febrero después de la presión de Trump.
“Donald Trump cree que un acuerdo fronterizo dañaría su campaña, por lo que ordenó a sus aliados en el Congreso eliminar el acuerdo”, alegó.
“Me niego a jugar a la política con nuestra seguridad. Y aquí está mi compromiso como presidenta: voy a recuperar el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza que él rechazó y lo voy a convertir en ley”.
Estados Unidos hacia afuera
Ucrania e Israel también ocuparon la atención de la vicepresidenta. “Cinco días antes de que Rusia invadiera a Ucrania, me reuní con el presidente Zelensky para advertirle sobre el plan de Rusia de invadir”, dijo.
“Ayudé a movilizar una respuesta global, más de 50 países, para defenderse de la agresión de Putin. Y como presidenta me mantendré firme con Ucrania y nuestros aliados de la OTAN”, aseveró.
Sobre Israel dijo que siempre defenderá su “derecho a defenderse” y “siempre me aseguraré de que tenga la capacidad de defenderse porque el pueblo de Israel nunca más debe enfrentar el horror que una organización terrorista llamada Hamás causó el 7 de octubre”.
Al mismo tiempo, sin embargo, consideró que lo que ha sucedido en Gaza durante los últimos diez meses es “devastador”. “Tantas vidas inocentes perdidas. Personas desesperadas y hambrientas que huyen en busca de seguridad una y otra vez. La escala del sufrimiento es desgarradora”, dijo.
“El presidente Biden y yo estamos trabajando para poner fin a esta guerra y para que los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda ejercer su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación”, concluyó.
Excelente reseña. Vi el discurso de la sra. Harris. Muy bueno.