El gigante de ventas al menudeo por correo, Amazon, está de nuevo bajo observación del Gobierno federal. Esta vez, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) y 17 fiscales generales estatales presentaron el martes un caso antimonopolio investigado durante dos años, alegando que el gigante ejerce ilegalmente un poder de monopolio para mantener precios más altos, perjudicando a los clientes y debilitando la competencia.
“Nuestra denuncia expone cómo Amazon ha utilizado un conjunto de tácticas punitivas y coercitivas para mantener ilegalmente sus monopolios. La demanda presenta acusaciones detalladas que señalan cómo Amazon está explotando su poder de monopolio para enriquecerse mientras incrementa los precios y degrada el servicio para decenas de millones de familias estadounidenses que compran en su plataforma y cientos de miles de empresas que dependen de Amazon para la distribución”, dijo la presidenta de la FTC, Lina Khan, en un comunicado.
Y añadió que “la demanda de hoy busca responsabilizar a Amazon por estas prácticas monopolísticas y restaurar la promesa perdida de una competencia libre y justa”.
La demanda fue entablada en el tribunal de distrito del oeste de Washington DC y apunta a la empresa que comenzó como una librería en línea en 1994, pero que en años posteriores logró transformarse en un gigante de Internet y del comercio minorista. La denuncia alega que la plataforma explota regularmente su tamaño y alcance para bloquear precios más bajos y obligar a los comerciantes a utilizar sus servicios de logística y publicidad.
“Amazon es un monopolista que utiliza su poder para aumentar los precios a los compradores estadounidenses y cobrar tarifas altísimas a cientos de miles de vendedores en línea”, dijo John Newman, subdirector de la Oficina de Competencia de la FTC, en un comunicado.
Los estados que se unen a la FTC en la demanda son Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, New Hampshire, Nuevo México, Nevada, Nueva York, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island y Wisconsin.
Para Khan, el esfuerzo de la FTC por tomar medidas enérgicas contra Amazon probablemente sea un caso decisivo. Pondrá el poder regulatorio de la agencia detrás de los argumentos legales que planteó por primera vez cuando era estudiante de Derecho en la Universidad de Yale y acusó a la empresa de ser un monopolio.
La aplicación de la ley por parte de la FTC bajo su supervisión ha sido mucho más agresiva que en décadas anteriores, aunque últimamente Khan ha perdido varias batallas de alto perfil contra grandes empresas estadounidenses, incluida la compra de Activision por parte de Microsoft por 68 700 millones de dólares y la adquisición de Meta, propietaria de Facebook, de la startup de realidad virtual Within.
En respuesta, en una declaración enviada por correo electrónico a CNN, Amazon calificó la demanda de “incorrecta en cuanto a los hechos y la ley”.
“Las prácticas que la FTC está cuestionando han ayudado a estimular la competencia y la innovación en toda la industria minorista, y han producido una mayor selección, precios más bajos y velocidades de entrega más rápidas para los clientes de Amazon y mayores oportunidades para las muchas empresas que venden en la tienda de Amazon”, dijo la empresa.
Añadió que los consumidores tendrían menos opciones de productos, entregas más lentas y precios más altos “si la FTC logra su propósito”.
A su vez, la demanda alega que Amazon está socavando ilegalmente la competencia en dos mercados: el hipermercado en línea de la compañía, con el que la mayoría de los consumidores están familiarizados, así como el mercado de servicios en línea comprados por los vendedores.
Según el Gobierno, Amazon utiliza técnicas “antidescuentos” para disuadir a los minoristas en línea de ofrecer precios más bajos que los disponibles en Amazon. El minorista “enterrará a los vendedores con descuentos tan abajo en los resultados de búsqueda de Amazon que se volverán prácticamente invisibles”, alega la FTC.
La demanda también sostiene que Amazon presiona a los vendedores a utilizar su costoso servicio de cumplimiento a cambio de obtener la elegibilidad Prime para sus productos, lo que la FTC señaló que es una “necesidad virtual para hacer negocios en Amazon”.
Algunos defensores de los consumidores aplaudieron la demanda, y la Coalición Athena, un grupo que ha abogado contra las prácticas comerciales de Amazon, pidió al Gobierno que “divida a Amazon”.
“Cuando una sola corporación tiene tanto poder, siempre se comportará como un matón: elegirá ganadores y perdedores, explotará a los trabajadores, aumentará los precios a los consumidores y contaminará nuestro planeta”, dijo la Coalición Athena en un comunicado. “No se puede permitir que Amazon escriba las reglas a su favor y viole la ley con impunidad”.
Sin embargo, otros criticaron el caso de la FTC por considerarlo extremo y demasiado amplio, prediciendo que no prevalecería en los tribunales.
“El caso podría perjudicar enormemente a los consumidores, todo en un intento de cambiar el curso de la política antimonopolio de Estados Unidos contra la voluntad del Congreso y los tribunales”, comentó Geoffrey A. Manne, presidente y fundador del Centro Internacional de Derecho y Economía, una organización sin fines de lucro de investigación de políticas públicas.
“Consideramos la demanda una indicación de que la administración Biden tiene la intención de intentar frenar el exceso de influencia de las grandes empresas tecnológicas en mayor medida que las anteriores”, dijo Tom Forte, especialista de análisis de grandes empresas.