Los problemas del congresista republicano George Santos con la ley siguen incrementándose. Después de que en mayo fuera acusado por la fiscalia federal de Nueva York de trece cargos de fraude, lavado de dinero, robo de fondos públicos y falso testimonio, ahora el asunto se ha agravado. Y los republicanos están pidiendo su expulsión de la Cámara Baja.
La fiscalía ha revisado el acta de acusación y agregado 23 nuevos cargos. Otros por supuestamente conspirar para cometer delitos contra Estados Unidos, hacer declaraciones falsas a la Comisión Federal de Elecciones para lograr conseguir fondos para su campaña y falsificar documentos entregados a la entidad.
A lo anterior se agrega robo de identidad agravado, fraude electrónico, lavado de dinero, robo de fondos públicos y declaraciones falsas a la Cámara de Representantes. El robo de identidad es particularmente grave porque implica que asumió una identidad y usó tarjetas de crédito de contribuyentes de su campaña para su propio beneficio.
Según la fiscalía, Santos depositó parte de esos fondos en sus cuentas personales. El republicano enfrenta más 20 años de cárcel.
De acuerdo con el fiscal, Brieon Peace, Santos “infló falsamente los ingresos declarados de la campaña con préstamos y aportes inexistentes, inventados o robados”.
La fiscalía indicó en la acusación que durante la campaña electoral de 2022, Santos y Nancy Marks, la tesorera de su comité, conspiraron para idear y ejecutar un plan fraudulento para obtener dinero mediante la presentación de informes falsos a la FEC. Marks se declaró culpable el jueves pasado.
El propósito de este plan era calificar para un programa de fondos administrado por el comité nacional de su partido. Para eso tenía que demostrar que habían recaudado al menos 250 000 dólares en un solo trimestre.
Ambos acordaron informar a la FEC que al menos 10 familiares de Santos y Marks habían hecho importantes contribuciones financieras a la campaña sin tener la autorización de los involucrados.
También mintieron al informar a la FEC que Santos había prestado a la campaña importantes sumas de dinero, cuando en realidad no lo había hecho, ni tenía los fondos para hacerlo.