El ex presidente Donald Trump ha visto a sus finanzas personales y empresariales sufrir otro golpe después que la firma de contabilidad que le llevó las cuentas durante décadas ha cortado relaciones de negocios con él.
La firma, responsable de su contabilidad y de su preparación de impuestos, afirmó que los documentos utilizados para asegurar préstamos lucrativos y limpiar la imagen de Trump como un hombre de negocios adinerado, dijo que “ya no se debe confiar en ellos” después de que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, dijera que regularmente tergiversaban el valor de los activos.
En carta al abogado de la Organización Trump el 9 de febrero, la firma de contabilidad Mazars USA LLP aconsejó a la empresa informarle a cualquiera que haya obtenido los documentos que no los utilice a la hora de evaluar la salud financiera de la empresa y del ex presidente. La firma también dijo que estaba cortando lazos con Trump, su cliente de más alto perfil.
La carta de Mazars, hecha pública durante una presentación judicial el lunes, se produjo pocas semanas después de que la fiscal general de Nueva York dijera que su investigación civil descubrió evidencia de que Trump y su compañía utilizaron valoraciones “fraudulentas o engañosas”, tanto de sus palos de golf como de sus ascacielos y otras propiedades para obtener préstamos y beneficios fiscales.
“Aunque no hemos llegado a la conclusión de que los diversos estados financieros, en su conjunto, contienen discrepancias importantes, a partir de la totalidad de las circunstancias creemos que nuestro consejo para usted de no confiar en esos estados financieros es apropiado”, el abogado general de Mazars, William. J. Kelly, le escribió a su homólogo de la Organización Trump, Alan Garten.
Kelly le dijo a Garten que Mazars ya no podía trabajar con Trump debido a un conflicto de intereses y lo instó a buscar otro preparador de impuestos. Además, precisó que aún quedaban por terminar varias declaraciones de impuestos relacionadas con Trump, incluidas las del ex presidente y de la primera dama, pero no especificó de qué años.
La Organización Trump explicó en un comunicado que estaba “decepcionada de que Mazars haya decidido separarse”, pero tomó la carta de Kelly como algo positivo porque la firma de contabilidad no encontró discrepancias materiales en los estados financieros de Trump.
La carta “confirma que después de realizar una revisión posterior de todos los estados financieros anteriores, el trabajo de Mazars se realizó de acuerdo con todos los estándares y principios contables aplicables, y que dichos estados financieros no contienen discrepancias importantes”, dijo la Organización. Y enfatizó que “esta confirmación, efectivamente, hace que las investigaciones de la fiscal sea discutible”.
Kelly dijo que las conclusiones de Mazars se aplicaron a los estados financieros de Trump de 2011-2020. Otra firma manejó el tema en 2021.
La oficina de James incluyó una copia de la carta de Kelly en un expediente judicial mientras busca hacer cumplir una citación para que Trump y sus dos hijos mayores, Donald Jr. e Ivanka, testifiquen bajo juramento. Un juez de la corte estatal, Arthur Engoron, escuchará los argumentos el jueves.
James, un demócrata, dijo el lunes que dada la evidencia, “no debería haber dudas de que esta es una investigación legal y que tenemos una razón legítima” para interrogar a Trump, un republicano, y sus hijos, quienes han sido ejecutivos de la Organización Trump .
Los abogados de Trump han argumentado que cualquier testimonio que brinden podría usarse en su contra en una investigación criminal paralela supervisada por la oficina del fiscal de distrito de Manhattan. Esa investigación condujo a cargos de fraude fiscal el año pasado contra la Organización Trump y contra Allen Weisselberg, su director financiero durante mucho tiempo.
Trump ha entregado su declaración financiera, un retrato a anual de sus activos, a los bancos para obtener préstamos por valor de cientos de millones de dólares en propiedades como un edificio de oficinas en Wall Street y un campo de golf en Miami. Y también a revistas financieras para justificar su decisión.
En una presentación judicial el mes pasado, la oficina de James detalló varios casos en los que Trump tergiversó el valor de los activos de sus estados financieros entregados a los bancos.
Deutsche Bank los aceptó sin objeciones en un acuerdo por 300 millones en préstamos para tres de sus propiedades, y en memorandos internos enfatizó la fortaleza financiera reportada de Trump como un factor para prestarle, dijo la oficina de James.
Otro banco dijo que en 2014 recibió estados financieros indicando que Trump tenía un patrimonio neto de 5.8 mil millones y una liquidez de 302 millones. Un funcionario bancario involucrado le dijo a la oficina de James que si hubiera estado al tanto de los datos erróneos en la declaración de la situación financiera de Trump, habría cancelado el acuerdo.
A partir de ahora, el ex mandatario deberá buscarse otro contador que deberá revisar todos los documentos cuestionados por Mazars, lo cual retrasará, sin dudas, el proceso lanzado por la fiscalía de Nueva York.