La pandemia y su nueva variante, Ómicron, ha afectado el tráfico aéreo de una forma poco usual. Son tantos los tripulantes, pilotos y asistentes de vuelo contagiados, que no hay suficiente gente para completar las tripulaciones, por lo que en las últimas cuatro jornadas se han cancelado unos 1000 vuelos diarios.
Es cierto que los retrasos y cancelaciones de vuelos vinculados a la escasez de personal han sido comunes desde el inicio de la pandemia, pero nunca con una cifra como en este cierre de diciembre. Las aerolíneas alentaron a los trabajadores a renunciar en 2020, cuando los viajes aéreos colapsaron, pero han luchado por recuperar terreno este año cuando la industria se recuperó más rápido de lo que casi nadie había esperado.
Sin embargo, la llegada de la variante Ómicron ha agravado el problema, al punto de que este martes se han cancelado alrededor de 2400 vuelos en todo el mundo. Según el portal FlightAware.com, que monitorea el estado del tráfico aéreo en tiempo real, la tercera parte de las cancelaciones (809) tuvieron como origen o destino los aeropuertos estadounidenses, aunque esa cifra es inferior a los 1474 vuelos cancelados el lunes en territorio norteño.
“Durante la pandemia, hemos visto a personal experimentado de las aerolíneas dejar la industria y no regresar en todo el mundo”, dijo John Grant, analista senior de la firma de investigación de la industria de viajes OAG. “Llenar esas lagunas ya era un desafío en la recuperación antes de la última variante” (la Delta)”, precisó.
Pero los niveles de personal de las aerolíneas son “irrelevantes” cuando Ómicron se agrega a la mezcla, dijo el analista de la industria de viajes de Atmosphere Research Group, Henry Harteveldt. “No podemos culpar a los problemas que estamos viendo ahora de que las aerolíneas no tienen suficientes empleados para trabajar. Lo que estamos viendo que sucede es que los empleados disponibles para trabajar contrajeron Covid”.
Delta, United, JetBlue y American han culpado al coronavirus de problemas de personal en los últimos días. Las aerolíneas europeas y australianas también cancelaron vuelos durante la temporada navideña debido al personal infectado, pero el clima y otros factores también influyeron.
El clima invernal en el noroeste del Pacífico provocó casi 250 cancelaciones de vuelos hacia o desde Seattle el domingo, según Alaska Airlines, que esperaba más de 100 cancelaciones de vuelos el lunes.
United dijo que canceló 115 vuelos el lunes de los más de 4000 programados, debido a tripulaciones con Covid-19. Delta esperaba cancelar más de 200 vuelos de más de 4100 programados, luego de eliminar más de 370 el domingo, citando el efecto de la pademia en las tripulaciones y el clima invernal en Minneapolis, Seattle y Salt Lake City, sus centros tos de concentración de vuelos
Los analistas de la industria creen que la nueva guía de los funcionarios de salud de Estados Unidos pudiera ayudar a las aerolíneas a navegar mejor por el impacto de Ómicron en los niveles de personal. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) redujeron el lunes a la mitad (de diez días a cinco) el tiempo recomendado que una persona debe aislarse después de contraer Covid-19.
Las aerolíneas habían pedido a la administración de Joe Biden que acortara el período de cuarentena para aliviar los problemas de personal causados la nueva variante, aunque el sindicato de auxiliares de vuelo lo retrasó, diciendo que el período de aislamiento debería ser de 10 días.
“Definitivamente creo que eso debería ayudar”, dijo el analista de Raymond James, Savanthi Syth, sobre la nueva guía de los CDC, especialmente si el mal tiempo cede.
Delta dijo que estaba trabajando para implementar la nueva guía, que permitiría a la aerolínea tener más flexibilidad para programar empleados.
En este marco, el presidente de Biden firmó este martes una orden que levanta a partir del próximo 31 de diciembre las restricciones a los viajeros procedentes de Sudáfrica y otros siete países del sur del continente africano.
Estas restricciones estaban en vigor desde el pasado 29 de noviembre, cuando fueron decretadas para tratar de impedir la llegada y expansión de la variante Ómicron del coronavirus, identificada por primera vez en el África austral.
“Las restricciones a los viajes impuestas por la anterior orden ya no son necesarias para proteger la salud pública”, indicó el presidente, quien firmó el nuevo mandato desde su casa de Delaware donde está pasado el periodo navideño.
Las restricciones afectaban a los países de Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesotho, Esuatini, Mozambique y Malaui, e impedían que cualquier ciudadano no estadounidense que hubiera estado en alguno de esos países durante los catorce días anteriores ingresara en Estados Unidos.
La medida fue criticada duramente, incluso desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), por “penalizar” a los países africanos tras detectar la nueva variante de la Covid-19.
El primer caso de Ómicron en Estados Unidos fue confirmado en California el pasado 1 de diciembre, y desde entonces la variante se ha expandido con rapidez por todo el país.