El viernes de la semana pasada en Hialeah Gardens apareció muerto un cubano en un lote utilizado para estacionar remolques. Al cabo de las primeras investigaciones, la policía se alzó con dos datos: los nombres del occiso, Albert Pina, de 41 años, y del presunto asesino, Roberto Aveille Rodríguez, de 34. Pero nada más.
Tras comenzar las búsquedas por la ciudad, localidades aledañas y su residencia, no encontraron nada. Ni rastro, confirmó la cadena de televisión Local10.
El primer pensamiento fue que Rodríguez había escapado a Cuba. Los investigadores no descartaron esa posibilidad, dijo el portavoz policial, Jorge Ramírez, a varios medios de prensa, porque nadie en su familia supo dar indicaciones sobre su paradero.
“Eso pasa cuando se fugan. Se van a otro estado, cruzan la frontera y después atrapan un avión en México y salen para Cuba”, dijo.
Sin embargo, nada de eso sucedió. Para sorpresa de las autoridades, Rodríguez al parecer se vio imposibilitado de escapar a México y, desesperado, se entregó este fin de semana a la policía del condado Hendry, enclavado en el sur de Florida, al noroeste de Miami, donde fue arrestado de inmediato y de donde será extraditado pronto.
La policía había comenzado a buscar al supuesto asesino tras ser informada de la balacera en Hialeah Gardens. Aún no sabe la razón por la que esta comenzó.