A pesar de las promesas de campaña del presidente Donald Trump sobre reducir el déficit comercial, la brecha entre lo que Estados Unidos compra y lo que vende ascendió a su punto máximo en una década debido a un récord de las importaciones, informó el jueves el gobierno.
La brecha comercial creció a 55,500 millones de dólares en octubre, informó el Departamento de Comercio. Es el quinto aumento consecutivo y el más alto desde octubre de 2008.
El déficit comercial con China, un tema políticamente controversial, aumentó en 7,1% a un récord de 43,100 millones de dólares. El déficit con la Unión Europa creció 65,5% a 17,600 millones dólares, una cifra también sin precedentes.
Las importaciones totales aumentaron en 0,2% a 266,500 millones de dólares, uotro récord, debido a medicamentos y automóviles. Las exportaciones descendieron 0,1% a 211,000 millones de dólares.
Durante su campaña, Trump prometió reducir el déficit comercial estadounidense, pero a pesar de los aranceles que ha impuesto sobre importaciones de acero, aluminio y productos chinos, el déficit más bien ha aumentado un 11,4% en lo que va de año con respecto al mismo período del año anterior.
Las exportaciones estadounidenses de soya, sujetas a aranceles de represalia por parte de China, disminuyeron en 46,8% en octubre.
El mandatario de EE.UU. considera los déficits comerciales como señal de debilidad económica e indicio de acuerdos comerciales deficientes y de malas prácticas por parte de otros países, especialmente China.
Trump ha impuesto aranceles sobre productos chinos por valor de 250,000 millones de dólares, en una disputa sobre la estrategia china para arrebatarle a Estados Unidos su vanguardia en el área tecnológica. Tales medidas incluyen el robo de secretos corporativos y obligar a las empresas estadounidenses a compartir su tecnología a cambio de acceso al mercado chino, según denuncia Estados Unidos.
En un encuentro el fin de semana pasado, Trump y el presidente chino Xi Jinping acordaron una tregua en su disputa comercial. Los detalles no quedaron claros, pero la Casa Blanca dice que accedió a suspender durante 90 días sus planes de imponer aranceles sobre 200.000 millones dólares en productos chinos a fin de dar tiempo a negociaciones más sustanciales.
Muchos economistas consideran que los déficits comerciales son resultado de una realidad económica que probablemente no cambiará a pesar de las medidas comerciales de Trump: los estadounidenses compran más de lo que producen y las importaciones llenan esa brecha de producción.