El presidente Donald Trump insistió el lunes en que “cosas buenas” estaban en camino en el próximo paquete de apoyo por la COVID-19 mientras se reunía con líderes republicanos del Congreso; pero nuevas divisiones entre los republicanos del Senado y la Casa Blanca representan nuevos desafíos al empeorar la crisis y vencerse ahora en julio la anterior ayuda por la emergencia.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, se dispone a presentar un paquete de un billón de dólares en cuestión de días. Pero el gobierno criticó más dinero para pruebas del virus e interpuso otras prioridades que podrían complicar una rápida aprobación.
“Hemos logrado muchos avances”, dijo Trump mientras se desarrollaba la reunión del jueves pasado.
Los legisladores regresaban a un Capitolio todavía cerrado para turistas, otra señal de la dificultad que tiene el país para contener el coronavirus. En lugar de aliviarse, el devastador ciclo de la pandemia otra vez aumenta, lo cual deja poca opción al Congreso que no sea implementar otro costoso rescate.
Los negocios cierran de nuevo, muchas escuelas no reabrirán por completo y los trabajos desaparecen mientras expira el apoyo federal.
“Tenemos que acabar con este virus”, dijo el lunes en MSNBC la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
Pelosi dijo que cualquier intento de la Casa Blanca para bloquear dinero para las pruebas “va más allá de la ignorancia”.