La vacuna del coronavirus que está cerca de ser aprobada en Estados Unidos es ansiosamente esperada por una población desgastada que anhela un camino de regreso a la vida normal, pero los delincuentes también están a la espera, listos para sacar provecho de esta desesperación, advirtieron investigadores federales.
Los investigadores de Seguridad Nacional trabajan con Pfizer, Moderna y decenas de otras farmacéuticas que compiten para desarrollar y distribuir la vacuna y los tratamientos contra el nuevo coronavirus. La meta: prepararse para las estafas que vendrán, especialmente después del lío de actividad ilícita de este año con equipo falso para protección personal, curas falsas y planes de extorsión.
“Todos estamos muy emocionados sobre la vacuna y los tratamientos potenciales”, afirmó Steve Francis, subdirector de pesquisas de comercio global para la agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional. “Pero yo también advierto sobre esas organizaciones delictivas e individuos que tratarán de engañar al pueblo estadounidense”.
Ninguna vacuna ha sido aprobada aún por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), la cual ha autorizado el primer tratamiento contra el COVID-19: el medicamento antiviral remdesivir. Respecto a las vacunas y tratamientos, ha advertido sobre la posibilidad de fraudes.
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“La FDA está preocupada particularmente de que estos productos engañosos puedan causar que los estadounidenses posterguen o interrumpan un tratamiento médico adecuado, lo que llevaría a daños graves e incluso letales”, informó la agencia en un comunicado reciente.
Las farmacéuticas están obligadas a contar con dispositivos de seguridad y protección a fin de ayudar a evitar los fraudes, pero eso probablemente no esté disponible hasta la segunda generación de vacunas, dado que todo está siendo operado con carácter de emergencia, subrayó Karen Gardner, jefa de mercadotecnia en SIPCA North America, una compañía que trabaja como un enlace entre el gobierno, los negocios y los consumidores.
Gardner agregó que eso hace que sea más importante educar a los proveedores de atención médica sobre cómo lucen los fármacos auténticos.
“Cuando se cuenta con algo en alta demanda y en existencias limitadas, va a haber fraude”, sostuvo. La desesperación llevará a la gente a rodear las vías normales.
Mientras tanto, los investigadores están aprendiendo cómo será empacada la vacuna y difundiendo el mensaje a los agentes de campo, creando una enorme base de datos con información de más de 200 compañías, a fin de estar preparados para detectar productos falsos y frenar fraudes potencialmente peligrosos y letales.