El oleoducto más grande de Estados Unidos reinició sus operaciones hoy miércoles, días después de que un grupo de piratas informáticos lo obligara a cerrar. La interrupción del Colonial Pipeline, como se llama en inglés, provocó largas filas en las estaciones de servicio en el sureste debido a problemas de distribución y compras de pánico, lo que agotó los suministros en miles de estaciones de servicio.
El Colonial dijo en un comunicado que “todas las líneas, incluidas las líneas laterales que han estado funcionando manualmente, volverán a sus operaciones normales”. Pero tomará varios días para que las entregas vuelvan a la normalidad, dijo la compañía.
Mientras tanto, los conductores han encontrado estaciones de servicio con poca o ninguna gasolina en algunos estados del sureste. El Colonial entrega alrededor del 45% del combustible consumido en la costa este, y fue atacado el viernes pasado por piratas que bloquearon sus sistemas informáticos y exigen un rescate para liberarlos. No llegaron a tomar el control de las operaciones del oleoducto, pero Colonial lo cerró para contener el daño.
“Lo que se está sintiendo no es una falta de suministro o un problema de suministro. Lo que tenemos es un problema de transporte”, dijo Jeanette McGee, portavoz del club automovilístico AAA. “Hay una gran cantidad de suministro para abastecer de combustible a Estados Unidos durante el verano, pero lo que estamos teniendo es un problema con llevarlo a esas estaciones de servicio” porque el oleoducto no funciona.
El Colonial se extiende desde la costa del Golfo hasta la región metropolitana de Nueva York, pero los estados del sureste dependen más de él. En Carolina del Norte, el 65% de las estaciones de servicio se quedaron sin combustible, según Gasbuddy.com, una empresa que rastrea los precios del combustible en tiempo real en todo el país. El gobernador demócrata de Carolina del Norte, Roy Cooper, instó el miércoles a comprar gasolina solo si el tanque de los choferes está bajo y a informar cualquier caso de aumento de precios. “Esta noticia es otra razón por la que la gente no necesita entrar en pánico para comprar gasolina en este momento a menos que realmente lo necesiten”, tuiteó después de que Colonial anunciara que estaba reiniciando sus operaciones.
En Georgia el 43% de las estaciones estaba sin gasolina, según Gasbuddy.com. En Virginia, el 44% de las estaciones estaban apagadas y en Carolina del Sur, el 16% no tenía combustible.
La interrupción tiene lugar en la época del año en que los estadounidenses comienzan a moverse más, especialmente cuando la nación empieza a salir de la pandemia.