La oficina de Estados Unidos que controla los alimentos y fármacos que se venden en el país anunció el lunes que revocó su autorización para el uso de emergencia de medicamentos contra la malaria para el tratamiento de COVID-19 en medio de creciente evidencia de que no funcionan para ello y de que podrían causar efectos secundarios letales.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus iniciales en inglés) precisó que las sustancias hidroxicloroquina y cloroquina probablemente no sean efectivas en el tratamiento del coronavirus.
Estudio: Hidroxicloroquina no reduce riesgo de muerte por COVID-19
Citando informes de complicaciones cardíacas, la FDA dijo que estos medicamentos representan un mayor riesgo para los pacientes que cualquier beneficio potencial.
Ambas medicinas, de varias décadas de antigüedad, también recetadas para combatir el lupus y la artritis reumatoide, pueden causar problemas en el ritmo cardíaco, reducir severamente la presión arterial y provocar daño muscular o nervioso.
El anuncio significa que los envíos de esos medicamentos obtenidos por el gobierno federal ya no se distribuirán a las autoridades de salud estatales y locales. Los medicamentos, sin embargo, aún estarán disponibles para usos alternativos, por lo que los médicos estadounidenses aún podrían recetarlos para COVID-19, una práctica conocida como prescripción no autorizada.
El jueves, un panel de expertos de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) revisó sus directrices para dejar de recomendar específicamente el uso de este medicamento contra COVID-19, excepto en estudios formales.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, promovió enérgicamente el medicamento a partir de las primeras semanas del brote y sorprendió a los profesionales médicos cuando reveló que tomó el medicamento de forma preventiva contra una posible infección.
Trump revela que toma hidroxicloroquina pero no tiene síntomas de la Covid-19
A mediados de mayo Trump reveló que tomaba hidroxicloroquina y zinc a diario desde hacía más de una semana, porque había oído «muchas cosas buenas» sobre su efecto contra la COVID-19, pero insistió en que tiene «cero síntomas» de la enfermedad.
«Me la estoy tomando, la hidroxicloroquina. Empecé a tomarla hace un par de semanas. No me va a hacer daño», dijo el mandatario estadounidense a los periodistas al final de un acto en la Casa Blanca con representantes del sector de la restauración.
«Tomo una pastilla cada día, en algún momento pararé», agregó, tras aclarar que se refería tanto a la hidroxicloroquina como al zinc.