El expresidente estadounidense Donald Trump pagó los 110.000 dólares de una multa impuesta en un proceso que condujo a ser declarado culpable de desacato, por tardar en responder a una citación civil emitida por la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
Pero una apelación por parte del exmandatario sigue su curso en los tribunales. El dinero será puesto en un fideicomiso hasta el final del caso.
Trump saldó la multa el fin de la semana pasada tras perder una apelación, pero aún debe presentar documentación adicional para que se levante la orden de desacato, informó la fiscalía de Nueva York.
El 25 de abril, un juez de Manhattan declaró a Trump en desacato civil y lo multó con 10.000 dólares diarios por no cumplir con una citación en la investigación que James lleva a cabo sobre sus prácticas empresariales.
El juez Arthur Engoron accedió el 11 de mayo a levantar la orden de desacato si Trump pagaba las multas y presentaba declaraciones juradas que detallaran los esfuerzos de búsqueda de los registros requeridos y explicaran sus políticas de retención de documentos y las de su empresa.
Además, Engoron exigió que una empresa contratada por el expresidente para ayudar en la búsqueda, HaystackID, terminara de revisar 17 cajas guardadas en un almacén, y que esa empresa informara de sus hallazgos y entregara cualquier documento relevante, un proceso que se completó el jueves, según la fiscalía.
El 6 de mayo, Engoron impidió que la multa se incrementara, cuando los abogados de Trump presentaron 66 páginas de documentos judiciales en los que se detallaban los esfuerzos realizados por él y sus abogados para localizar los registros solicitados.
Además, el juez advirtió que podría restablecerla, con carácter retroactivo al 7 de mayo, si no se cumplían sus condiciones.
James, una demócrata, afirmó que en su investigación de tres años descubrió pruebas de que la empresa del exmandatario republicano, la Organización Trump, distorsionó el valor de activos como rascacielos y campos de golf en los estados financieros durante más de una década, con vistas a obtener prestamos favorables.
El magnate, que niega las acusaciones, ha calificado la investigación de James de “racista” y la ha descrito como una “cacería de brujas” por motivos políticos. Trump también está demandando a James en un tribunal federal, con el objetivo de cerrar su investigación.