El senador Rick Scott está cabildeando entre sus colegas republicanos para que en las elecciones internas del miércoles lo elijan como líder de la minoría del Senado en sustitución del veterano Mitch McConnell. De lograrlo, ejercería el cargo a partir de enero.
Pero tiene pocas posibilidades de éxito, ya que no es suficientemente popular ni muy admirado por el entorno republicano. Indica la cadena CNN que su iniciativa se ve como un voto de protesta y que constituye el primer desafío real al que se enfrenta McConnell en su tiempo como líder del Partido Republicano.
Scott, quien preside el Comité Senatorial Republicano Nacional, ha tenido un largo conflicto con McConnell durante gran parte de este año, difiriendo sobre dónde invertir los recursos en las reñidas contiendas senatoriales de mitad de período.
Algunos aliados de McConnell dijeron a CNN a principios de este mes, antes del día de las elecciones de medio término, que ha mantenido su operación enfocada en ganar la mayoría de la manera más eficiente y directa posible.
Pero Scott, el presidente de la organización de campañas del Partido Republicano, intentó reforzar a los candidatos que, según sus aliados, han sido descartados injustamente por McConnell.
Tras el deslucido desempeño de los republicanos en estas elecciones,en las que los demócratas ya ganaron la mayoría en el Senado y tienen la posibilidad de aumentar su margen con los resultados de Georgia, el expresidente Donald Trump llamó a sus aliados, dijeron fuentes republicanas a CNN la semana pasada, para apuntalar su deseo de liderazgo de Scott. Pero en este momento lo cierto es que figuras importantes de los republicanos se están apartando de la influencia del exmandatario.
Algunos de los aliados más cercanos de Trump en el Senado, incluidos Scott, Ted Cruz, de Texas, y Lindsey Graham, de Carolina del Sur, presionaron para retrasar la votación de liderazgo este miércoles, aunque se espera que continúe según lo planeado.
Los republicanos del Senado se reunieron a puertas cerradas el martes por la tarde para discutir la idea de retrasar las elecciones de liderazgo y desahogar sus frustraciones, pero no llegaron a un acuerdo.