En 2008 la paquistani-americana Zainab N. Ahmad (1980) se convirtió en fiscal del Departamento de Justicia de Estados Unidos, inicialmente enjuiciando actividades de las pandillas que operaban en Brooklyn y Staten Island. En 2013 fue nombrada para ocupar el cargo de subjefe de la sección de seguridad nacional y delito cibernético en la División de lo Penal de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York.
Pensó estudiar administración de hospitales, pero después del 11 de septiembre se decidió por matricular leyes en la Universidad de Columbia. Una vez le dijo al periódico CTC Sentinel: “De alguna manera, la relevancia principal de mi origen étnico para el trabajo que hago es su irrelevancia. Con eso quiero decir que cualquiera que conozca a la comunidad estadounidense-musulmana sabe que rechaza la versión distorsionada del islam que los grupos terroristas usan para justificar actos de violencia masiva. Y, por lo tanto, no debería sorprender que los miembros de esa comunidad participen en los esfuerzos contra el terrorismo, como lo hacen en muchas agencias federales diferentes”.
Según Ahmad, “muchos estadounidenses-musulmanes sienten que es su propia cultura y su propia comunidad las que están siendo secuestradas, lo que hace que sea un objetivo particularmente importante para ellos responsabilizar a los perpetradores del terrorismo”.
Su especialidad actual es el contraterrorismo y los casos extraterritoriales. Ha pasado mucho tiempo en el extranjero, negociando con funcionarios, entrevistando a testigos –a menudo en prisión– y buscando pruebas.
Entre los terroristas que ha procesado se encuentran Alhassane Ould Mohamed, un maliense que asesinó al agregado de defensa de los Estados Unidos, William Bultemeier, en Niamey, y más tarde participó en numerosos otros ataques y crímenes. En 2016 se declaró culpable y fue condenado a 25 años; Russell Defreitas y Abdul Kadir, conspiradores en el complot de ataque del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (2007), condenados y sentenciados a cadena perpetua; Najibullah Zazi y Abid Naseer, conspiradores en el metro de Nueva York (2009). Zazi se declaró culpable en 2010, pero aún no ha sido condenado por su cooperación en el caso. En 2015, Naseer fue declarado culpable por un jurado y condenado a 40 años.
En 2016 empezó a trabajar en el Departamento de Justicia –la sede principal– a solicitud de la Fiscal General Loretta Lynch. En abril de 2017 Robert Mueller la seleccionó para unirse a su equipo. Fue una de las que manejó el caso contra Michael Flynn. Compareció ante el tribunal en nombre del Fiscal Especial para su declaración de culpabilidad.
Según fuentes autorizadas, ha tenido un papel en la investigación sobre Rusia casi desde el principio, mucho antes de que Mueller la nombrara.
Un funcionario del Departamento de Justicia, Bruce Ohr, declaró ante el Congreso que había informado a Ahmad y a otro investigador, Andrew Weissman, de los memos que componían el dossier de Cristopher Steele, el ex espía británico que alegó vínculos problemáticos entre el candidato presidencial Donald Trump y Rusia. Ohr les advirtió que esa información no estaba verificada y que tal vez proviniera de una fuente sesgada. Este testimonio convirtió a Ahmad y Weissman en objetivo de las investigaciones de los republicanos.
En noviembre de 2017 Ahmad y otro miembro del equipo, Brandon Van Grack, obtuvieron el acuerdo de culpabilidad de Flynn. Este admitió haber cometido un delito grave durante los primeros días de la administración de Trump, ocultando a los agentes del FBI conversaciones con el embajador ruso, Serguei Kislyak. También admitió no haberse registrado como cabildero del gobierno turco mientras trabajaba en la campaña.
Van Grack dejó la oficina del Fiscal Especial a principios de este año. Recientemente fue nombrado jefe de la unidad de influencia extranjera del Departamento de Justicia.
De acuerdo con un portavoz de Mueller, ahora Ahmad acaba de abandonar el equipo.”Zainab Ahmad ha concluido sus trabajos con la Oficina del Fiscal Especial, pero continuará representando a la oficina en asuntos pendientes específicos que se le asignaron”, dijo un comunicado.
El anuncio se produce después de la noticia de que otro miembro del team, el ya mencionado Andrew Weissman –el principal fiscal del caso de Paul Manafort–, abandonará la oficina durante los próximos días.
La salida de Ahmad también se percibe como un indicador de que la investigación de Mueller está llegando a su fin.