El FBI advirtió a las agencias del orden sobre la posibilidad de actos violentos antes de que ocurriera el asalto al Capitolio la semana pasada. Los fiscales ahora sopesan la posibilidad de presentar cargos de sedición contra algunos simpatizantes del presidente Donald Trump que irrumpieron en el edificio, informaron hoy martes las autoridades federales.
Las declaraciones de funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia fueron emitidas tanto para defender los preparativos de las agencias del orden antes de los disturbios con saldo fatal, como para advertir a quienes participaron en la revuelta y siguen sujetos a arrestos y cargos graves incluso si ya salieron de la capital.
Cargos menores contra algunas de las decenas de personas arrestadas hasta el momento podrían convertirse en cargos de sedición, que conllevan hasta 20 años de prisión e incluyen la grave acusación de incitar a derrocar el gobierno, dijo el fiscal federal interino Michael Sherwin en Washington. “Esto apenas comienza”, declaró.
Para los que ya salieron de Washington, “los agentes de nuestras oficinas locales van a llamar a sus puertas”, dijo Steven D’Antuono, director asistente a cargo de la oficina del FBI en Washington, al resaltar las labores a nivel nacional para localizar a los participantes en los disturbios.
La revelación contradice declaraciones previas de líderes de las agencias del orden sobre la posibilidad de peligro la semana pasada. Muchos, incluyendo el exjefe de la policía del Capitolio, dijeron que no estaban al tanto de amenazas serias y que se habían preparado solamente para una protesta de libertad de expresión.
La alerta fue emitida a través de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo, señaló el FBI. Añadió que la Policía del Capitolio tiene miembros en ese grupo.
La conferencia de prensa se produjo horas después que el diario The Washington Post informó la existencia de un reporte del 5 de enero en la oficina del FBI en Norfolk, Virginia, que pronosticó detalladamente las probabilidades de “guerra” en Washington al día siguiente.
La existencia de una advertencia tan clara contradice las afirmaciones previas del FBI de que no tenía información específica sobre posibles actos de violencia.
D’Antuono defendió el manejo de la información, diciendo que se compartió con otras agencias de la ley y el orden en cuestión de 40 minutos.
Incluso sin esa información, existía una vasta advertencia sobre manifestaciones a favor de Trump en Washington. Pero la policía del Capitolio no reforzó el personal desplegado ni realizó preparativos para la posibilidad de que las protestas se convirtieran en violentos disturbios multitudinarios, de acuerdo con varias personas informadas sobre la respuesta de las agencias del orden. Funcionarios rechazaron ofertas de ayuda por parte del Pentágono tres días antes del disturbio.
Cuando finalmente se solicitaron refuerzos, tomó más de dos horas para que las tropas se movilizaran cerca del Capitolio.
Para entonces la turba ya había entrado al edificio, donde estuvo durante más de cuatro horas.