La fiscal general de Nueva York, Letitia James, dijo que no abandonará el caso de fraude civil contra el presidente electo Donald Trump, argumentando que los presidentes no son inmunes a los litigios civiles.
Trump y sus abogados exigieron que James abandonara su caso de fraude civil contra él, su familia y sus empresas “por el bien mayor del país” el mes pasado.
Se le ordenó a Trump pagar una sentencia de fraude civil de 454 millones de dólares en la demanda de James en su contra. Trump ha apelado el fallo, y los jueces de un tribunal de apelaciones de Nueva York parecían receptivos a la posibilidad de revertir la sentencia por completo.
La oficina de James argumentó que los presidentes no tienen inmunidad ante litigios civiles que surjan de conductas no oficiales, y dijo que las demandas “pueden continuar mientras el presidente esté en el cargo”.
También argumentó que la sentencia final no afecta ninguna conducta que Trump pueda llevar a cabo como presidente. También dijeron que la toma de posesión de Trump es “irrelevante para los otros 14 acusados que se consideran responsables en nuestro caso”.
Asimismo, dijo que ahora están esperando una decisión sobre la apelación de Trump, y que esperar esa decisión sobre el asunto civil “no afecta de ninguna manera la capacidad de Trump para servir como presidente”.