El descalabro electoral de los demócratas en Florida fue tan profundo que ya está comenzando la limpieza interna. Un exalcalde de Miami, Manny Díaz, se ha presentado por lo pronto a la presidencia del partido en una elecciones que se realizaran en un par de meses.
Díaz, que no es un político profesional sino abogado, salió en 2009 de la alcaldía de Miami con la buena reputación de ser un administrador “revolucionario” por sus dotes de organización y prosperar en las tareas en que acomete. Ahora ha comenzado a hacer campaña por liderar un renaciente Partido Demócrata de Florida, que perdió dos curules en el congreso federal y más de una docena de congresistas estatales y no supo enfrentar una poderosa campaña republicana que vendió al electorado fácilmente impresionable de los hispanos, la visión de que sus adversarios demócratas y el presidente electo Joe Biden eran socialistas y comunistas.
“La campaña demócrata fue totalmente inútil en enfrentar la mentira republicana. El partido se calló, no se movió, no supo prestar atención a sus candidatos y se quedó callada. Tu no puedes quedarte callado cuando te atacan con un mentira tan fuerte y la gente empieza a creer en ella”, comentó en un programa de radio en Miami la veterana estratega política Sacha Tirador, que ha organizado campañas políticas para ambos partidos.
Díaz, quien comenzó esta semana a hacer llamadas para medir su apoyo, cuenta ya con el respaldo del multimillonario Michael Bloomberg, quien está listo para abrir su billetera para nuevamente para los demócratas si Díaz es electo presidente estatal, incluso después de gastar 100 millones en un fallido esfuerzo para derrotar a Donald Trump.
Así mismo, el multimillonario cubanoamericano Jorge Pérez, quien tiene buenas relaciones con los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, también ha prometido su apoyo.
“La idea para mí es reconstruir el partido en un distrito, un condado a la vez, de abajo hacia arriba y desde las bases”, dijo Díaz a la revista Politico. “Voy a arremangarme, agachar la cabeza y trabajar duro”.
Los cubanoamericanos y la elección presidencial: evidencia e hipótesis de la Encuesta Cuba 2020 (I)
El plan de Díaz es recaudar el dinero necesario para contratar a los mejores estrategas políticos, actualizar la operación de datos del partido y convertirla en una presencia constante para registrar, galvanizar, involucrar y atraer electores demócratas en comunidades de todo el estado de cara a las elecciones internas.
Se trata de una tarea hercúlea porque los demócratas en Florida han estado fuera del poder central del estado durante más de dos décadas. Hace dos años perdieron el único senador estatal que tenían, Bill Nelson. Además de la derrota de Joe Biden en ese estado el 3 de noviembre, también perdieron dos congresistas federales por Florida en la Cámara de Representantes en Washington DC.
La derrota fue tan intensa y el golpe tan profundo que el Comité Nacional Demócrata tiene poca fe en que puedan destronar en 2022 al senador Marco Rubio y al gobernador de Florida, Ron DeSantis, teniendo en cuenta que dos demócratas de alto nivel, el exsenador estatal Oscar Braynon y la senadora Annette Taddeo, ya dijeron que no quieren esos puestos.
No obstante, cuatro días después de las elecciones, dos estrategas demócratas lanzaron un súper PAC (Comité político) para reunir fondos para sacar a Rubio del senado en las próximas legislativas dentro de dos años, cuando este se presente a reeleción. El súper PAC está acompañado de una página web llamada “Retire Rubio” –que se puede traducir por “Jubilen a Rubio”– y una cuenta en la red social Twitter creada hace unos años y que fue reactivada.
La idea lanzada por el estratega demócrata Ben Pollara ya tiene más de 13.000 seguidores en Twitter y fue presentada como un esfuerzo “para enfocarse singularmente en derrotar a este senador débil, triste, decepcionante y ausente en 2022”.
La actual presidenta del Comité Nacional, Terrie Rizzo, ha sido duramente criticada después del día de las elecciones, que algunos demócratas han calificado de “baño de sangre” en Florida, y debe decidir si buscaría mantener el puesto. El mandato de Rizzo termina en enero.
Díaz, quien puede candidatarse al liderazgo del partido demócrata en Florida como miembro del comité de finanzas del Comité Nacional Demócrata, dijo que sabe que tendrá que ganarse el trabajo. Y aunque el dinero no puede solucionar los problemas del partido, él tiene la intención de hacer de la recaudación de fondos un trabajo importante, comenzando por Bloomberg y Pérez, aseguró una persona de su entorno.
“Nadie es más adecuado para la presidencia del Partido Demócrata de Florida que Manny Díaz”, dijo Bloomberg en una declaración escrita a Politico. “Manny dirigió la ciudad más grande del estado y conoce íntimamente los distritos y comunidades que los demócratas perdieron en este ciclo. Es un líder inclusivo que expandirá el mapa y nos ayudará a convertir Florida en azul nuevamente ”.
Los cubanoamericanos y la elección presidencial: evidencia e hipótesis de la Encuesta Cuba 2020 (II)
Bloomberg y otros grandes donantes son necesarios para que el partido vuelva a ser relevante. Los demócratas estatales estaban tan mal por dinero este año que el partido buscó la ayuda de un programa respaldado por el gobierno para pequeñas empresas. El partido finalmente devolvió los aproximadamente 800.000 dólares que recibió bajo el Programa de Protección de Cheques de Pago, pero no pudo deshacer el daño político causado a los candidatos que fueron objeto de ataques sostenidos por el préstamo.
Pérez, por su lado, dijo que está preparado para ayudar a Díaz. “Manny es el tipo”, sentenció el empresario inmobiliario.
Díaz, de 66 años, emigró a Florida desde Cuba y saltó a la fama en el año 2000 durante el drama de Elián González, un niño cubano rescatado solo en una balsa frente a la costa de Florida. La repatriación del menor por parte de la administración Clinton enfureció a los cubanoamericanos. Díaz asistió a todo ello porque se encontraba allí cuando los alguaciles federales se llevaron al niño a punta de pistola.
Como consecuencia, el exalcalde de Miami abandonó el partido en protesta, pero fue elegido edil al año siguiente, y sirvió hasta 2009. Regresó al partido y habló en la Convención Nacional Demócrata de 2008. Además, fue visto como un activo político para la campaña de reelección de Obama y apareció junto a él en un anuncio.
“Vamos a tener que hacer una campaña cuesta arriba. Incluso dentro de Florida hay gente demócrata que se opone, por ejemplo, la comunidad afroamericana quiere que el presidente del partido sea un negro. Eso puede ser un problema”, comentó a OnCuba una activista del entorno de Díaz, que no quiso identificarse porque el exalcalde de Miami todavía no ha lanzado públicamente su comité de campaña, que la fuente podría integrar.
“La debacle este año fue enorme. Hay que limpiar la burocracia interna”, concluyó.