El edificio que se derrumbó parcialmente en Miami, fue acabado de demoler en la noche del domingo, tras lo cual se encontraron otros tres cadáveres. De esta forma, subió a 27 el número confirmado de fallecidos.
Además, 118 de los residentes siguen dados como desaparecidos tras el desastre en Surfside.
Según la alcaldesa del condado Miami-Dade, Daniella Levine Cava, tras la demolición se reanudó la búsqueda en los restos del edificio Champlain Towers South, que fueron interrumpidas al mediodía del domingo para organizar la demolición. Los cuerpos fueron encontrados después de la medianoche.
La estructura fue demolida alrededor de las 10:30 PM del domingo usando un método que Levine Cava llamó “tala energética”. La alcaldesa lo describió como un proceso que “usa pequeños explosivos colocados estratégicamente y se basa en la gravedad para derribar el edificio en su lugar”.
La demolición fui considerada una necesidad urgente debido a la proximidad de la tormenta tropical Elsa, que entretanto se ha desviado y no se aproximará de la zona del desastre, de acuerdo con las previsiones meteorológicas.
El monte de escombros al lado del edificio era en realidad lo que había estado sosteniendo la estructura, dijo Levine Cava, lo que hacía inseguro que las cuadrillas de rescate trabajaran allí.
“En verdad, no podríamos continuar sin derribar este edificio”, aseguró la alcaldesa, quien dijo que la demolición permitió a los rescatistas acceder al área más cercana al edificio a la que no habían podido llegar antes.
La demolición se produjo después de que parte del edificio se desmoronara a la 1:20 de la mañana del 24 de junio, lo que provocó el colapso de aproximadamente 55 de los 136 apartamento del edificio. Los rescatistas comenzaron inmediatamente a excavar hasta 16 pies de concreto y hasta el momento habían confirmado la muerte de una veintena de personas, incluidos niños.
Con la amenaza de la tormenta tropical Elsa que se avecina, los funcionarios y los equipos de rescate estaban cada vez más preocupados por la seguridad de quienes buscaban entre los escombros y la posibilidad de que el resto de la estructura colapsara como consecuencia de las lluvias y los vientos.
“La tormenta que se avecinaba fue una bendición para nosotros, ya que inició la discusión sobre la demolición”, dijo el alcalde de Surfside, Charles Burkett, el domingo por la noche. “Queremos asegurarnos de controlar en qué dirección cae el edificio y no en un huracán, así que creo que todo esto en conjunto terminó siendo algo bueno”.
Burkett dijo que espera que la demolición elimine una amenaza potencialmente peligrosa para los trabajadores y posiblemente abra un tercio estimado de la pila restante para los equipos de búsqueda y rescate.