El humedal de los Everglades, ecosistema de biodiversidad única al suroeste de Miami, se ha convertido por sorpresa en protagonista de la batalla antimigratoria en Florida (EE.UU.), obligando a paralizar las obras en el centro de detención para migrantes conocido como ‘Alligator Alcatraz’.
Con una extensión de más de 610 000 hectáreas, los Everglades son el refugio de al menos 400 tipos de aves y más de veinte especies en peligro de extinción o amenazadas, según la Unesco, que lo describe como “un santuario” en el que confluyen una amplia diversidad de hábitats.
Sin embargo, según destaca un reporte de EFE, el ecosistema fue el lugar elegido por el Gobierno estatal que lidera el republicano Ron DeSantis para levantar un centro de detención para migrantes. Dicha cárcel tiene capacidad para 3000 personas y abrió sus puertas el mes pasado.

La apertura dio lugar a múltiples protestas debido a las condiciones bajo las que permanecen los migrantes, pero fue una demanda por el posible impacto ambiental del centro de detención lo que provocó que una jueza ordenara el pasado jueves detener la construcción de nuevas infraestructuras.
Daños documentados
La magistrada, que no entró a valorar la cuestión migratoria, admitió el posible efecto “irreparable” para el medioambiente que tendría el centro sobre el ecosistema que lo rodea.
“Es un área increíblemente sensible desde el punto de vista ambiental”, dijo a EFE Eve Samples, directora ejecutiva de Friends of the Everglades, organización ambiental detrás de la demanda que paralizó las obras en ‘Alligator Alcatraz’, que según Samples ponían en peligro los humedales de la zona, además de a especies amenazadas como la pantera y el murciélago de Florida.
El centro de detención fue erigido en poco más de una semana en un aeropuerto abandonado en la Reserva Nacional Big Cypress, pero ante las críticas, DeSantis argumentó que todas las instalaciones se habían levantado sobre el asfalto ya existente, negando así cualquier impacto para el ecosistema.
Un extremo que rechazó Samples, quien aseguró: “Ya hemos documentado daños en el lugar. Sabemos que se han colocado cerca de ocho hectáreas de nuevo pavimento y asfalto. También sabemos que hay nueva iluminación que se puede ver desde unos 24 kilómetros de distancia”.
Reserva mundial y fuente del acuífero de Miami
El elevado valor ecológico de los Everglades llevó a la Unesco a incluir este parque nacional en su listado de Patrimonio Mundial desde 1979. La organización con sede en París lo reconoce como “la reserva natural subtropical designada más grande del continente norteamericano”.

Además, sostiene que “alberga el mayor ecosistema de manglares del hemisferio occidental, la mayor extensión continua de pradera de juncos y la zona de reproducción más importante para aves zancudas de Norteamérica”.
Pero aparte de una biodiversidad única, los Everglades también son el principal suministro de agua para la población de los alrededores, incluido el condado de Miami-Dade, en el que habitan casi 2,5 millones de personas y del que forma parte la ciudad de Miami, apunta EFE.
“Si vives en el condado de Miami-Dade, en el condado de Broward, o incluso en los Cayos de Florida o en el sur del condado de Palm Beach, el agua viene de los Everglades. Por lo tanto, es importante asegurar que no se contamine el agua”, dijo a la agencia española Steve Davis, director científico de la Fundación Everglades.
El intenso desarrollo urbano y agrícola en torno a este ecosistema ha reducido a la mitad su extensión y pone en riesgo la calidad del agua que llega a los Everglades, y que posteriormente abastece a la población.
Florida depende de unos “Everglades saludables”
Esto causó que el parque nacional fuera incluido en 2010 en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro por la Unesco, un listado del que sigue formando parte, y en el que ya figuró entre 1993 y 2007.
Para tratar de recuperar la mayor cantidad de parque posible, la Fundación Everglades lleva a cabo iniciativas como la construcción de embalses o de puentes que permitan el trasvase de agua entre zonas, según explicó Davis.
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“La economía de Florida depende de un medioambiente sano, depende del agua limpia y depende de unos Everglades saludables. Cualquier cosa que hagamos que impacte los Everglades, entendemos cada vez más que tiene implicaciones económicas”, prosiguió el experto.
No obstante, lamentó que nunca se podrá recuperar la extensión natural de los Everglades, dado que la mitad del área ya ha sido urbanizada o convertida en terreno agrícola.