Tras precipitarse entre 22 y 26 pulgadas de lluvia en Fort Lauderdale, a unos 30 km al norte de Miami, las autoridades han declarado el estado de emergencia y cerrado el aeropuerto internacional. Se han visto personas desplazándose en improvisadas embarcaciones por las pistas. Para impedir la circulación de vehículos han cerrado las vías de ingreso a la terminal. Solo permiten que circulen autos en la carretera elevada de salida para evacuar a pasajeros que todavía están atrapados.
Hace casi una semana el sur de Florida se encuentra bajo intensas lluvias. Miami también está bajo emergencia de inundaciones. Un canal de televisión captó imágenes de un hombre nadando en el centro de la ciudad. Pero el aeropuerto sigue abierto.
“Gran parte de la ciudad ha quedado bajo el agua debido a la cantidad de lluvia sin precedentes. Los informes de noticias indican que algunas secciones vieron hasta 22 pulgadas de lluvia”, dijo el alcalde, Dean J. Trantalis, tras firmar la orden de emergencia, que conllevó también al cierre de las escuelas.
Inundadas y sin electricidad, las instalaciones de la alcaldía fueron cerradas al público: “nos centraremos en las operaciones de emergencia y en la recuperación. Puede haber demoras en la recolección de basura y el servicio de transporte, ya que ciertas carreteras están intransitables”, agregó.
En la vecina ciudad de Dania Beach, las autoridades también decretaron el estado de emergencia. La alcaldía, la playa, el muelle y todos los parques están cerrados. Los equipos de emergencia están evaluando las calles, las instalaciones e infraestructura en toda la ciudad.
Muchos vuelos con destino a Fort Lauderdale fueron desviados al aereopuerto de Miami, donde las condiciones del tiempo eran comparativamente más favorables. Las torrenciales lluvias solo afectaron algunas áreas del parqueo inferior. “La acción de las bombas de agua solucionó la inundación en pocas horas”, indicó Indira Almeida, vocera de la terminal miamense.