Mientras los manifestantes continúan protestando en las calles de Minnesota por la muerte de George Floyd, el gobernador Tim Walz (D) declaró hoy jueves el estado de emergencia en Minneapolis y St. Paul y activó la Guardia Nacional.
Floyd, un afro-americano de 46 años, murió el pasado lunes después de que un oficial de policía blanco se arrodilló sobre su cuello durante varios minutos interminables. El incidente fue grabado y se le escuchaba decir: “No puedo respirar”.
Durante las últimas tres noches, los manifestantes han irrumpido en las calles de Minneapolis exigiendo justicia para Floyd y pidiendo a las autoridades arrestar al oficial, quien fue despedido.
El ex oficial de la policía de Minneapolis, Derick Chauvin, tiene sobre sí al menos diez quejas de conducta durante sus casi veinte años en ese cuerpo, según una base de datos que las documenta. En particular, estuvo involucrado en la muerte a tiros de un hombre que había apuñalado a otras personas antes de atacar a la policía, así como en otras quejas hasta ahora no suficientemente esclarecidas. En 2011 él y otros oficiales le dispararon e hirieron a un nativo-americano.
El miércoles por la noche las protestas pacíficas se volvieron caóticas: se reportaron unos 30 edificios incendiados y otros dañados. La policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma contra la multitud. Algunos manifestantes arrojaron ladrillos y botellas.
El jueves por la tarde, la policía disparó gases lacrimógenos contra una multitud de manifestantes en las afueras de St. Paul. Hubo informes de saqueos y daños a la propiedad de varios negocios de la ciudad. Las autoridades locales están pidiendo a los residentes quedarse en sus casas. El alcalde de St. Paul, Melvin Carter, tuiteó que el enfoque debe centrarse en en Floyd y “evitar que esto vuelva a suceder”.