El salvadoreño Kilmar Ábrego García fue liberado el viernes tras meses de detención, pero la Administración Trump buscaría enviarlo a África.
Según una notificación enviada por un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) el mismo viernes, Ábrego García podría ser deportado a Uganda, o al menos por ahí van las amenazas.
Kilmar Abrego Garcia to be deported after refusing plea offer https://t.co/I4PjB5lzNZ pic.twitter.com/1MiPL1dgUQ
— New York Post (@nypost) August 23, 2025
Desde junio Ábrego García permanecía en una cárcel de Tennessee enfrentando dos cargos federales, hasta que abogados convencieron a dos jueces de otorgarle la libertad mientras espera juicio.
Los abogados acusan al Gobierno de Trump de “coaccionar” a Ábrego García para que acepte un acuerdo de culpabilidad.
Deportado por error
La pesadilla de este salvadoreño comenzó en marzo pasado, cuando fue deportado por un “error administrativo” a El Salvador y encarcelado en una prisión de máxima seguridad del país.
Su caso, apunta CNN, ha sido motivo de una prolongada batalla política y legal del Gobierno de Trump contra los jueces que por meses exigieron que fuera devuelto a Estados Unidos, algo que sucedió en junio.
Varias fuentes familiarizadas con el asunto afirmaron que altos funcionarios de Trump, incluido el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, creen que si Abrego García y su equipo legal lograran una victoria legal sostenible, sería un duro golpe para la agenda migratoria de la administración Trump.
La notoriedad del caso, apuntan dichas fuentes, hacen que el Gobierno no se pueda permitir que Abrego García gane.
La semana pasada Uganda confirmó un acuerdo con la Administración de Donald Trump para recibir personas de otras nacionalidades deportadas por Estados Unidos.
EE.UU. reanudó en julio sus vuelos de deportación a terceros países una vez que la Corte Suprema le dio luz verde para llevar a cabo estas expulsiones, lo que supuso una victoria para Trump y sus políticas de mano dura contra la inmigración.
Tras ser reelegido con promesas como deportaciones a gran escala, Trump impulsa estas expulsiones exprés a países como El Salvador, Sudán del Sur y Esuatini.