La primera noche de la Convención Nacional Republicana, evento deliberadamente colocado en las antípodas de la demócrata, empezó por todo lo alto cuando el fundador de la ultraconservadora organización Turning Point USA, Charlie Kirk, dijo que Donald Trump era el “guardaespaldas de la civilización occidental”.
Para reforzar la imagen de un país sumido en un oscuro proceso de declive, el orador condenó a los demócratas por “vender el país a China y cancelar la cultura”. Presentó a Trump como un defensor de los ataques a la moral estadounidense y dijo que había sido “elegido para proteger a nuestras familias de una mafia vengativa que busca destruir nuestra forma de vida, nuestros vecindarios, nuestras escuelas, nuestras iglesias y nuestros valores”.
También se hizo eco de otro constructo: Trump como el “presidente de la ley y el orden” y como la encarnación misma del estilo de vida estadounidense, donde lo definitivo es el trabajo duro y el honor. “El estilo de vida estadounidense significa que dices lo que piensas sin represalias, sin ser expulsado de las redes sociales por un censor moralista en Silicon Valley”, dijo.
Rebecca Friedrichs, una maestra de California, la emprendió contra los sindicatos de maestros al afirmar que están usando su “agenda radical” para convertir las escuelas en “zonas de guerra”.
Esta figura cuando menos hiperbólica sirvió para acusar a los sindicatos de rescribir la historia de Estados Unidos, diciendo específicamente que “pervierten los recuerdos de nuestros padres fundadores estadounidenses”.
Fue incluso más lejos, si cabe: los sindicatos están “subvirtiendo nuestra república e intentando socavar la excelencia educativa, la moralidad, la ley y el orden”.
Por su parte, la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, se concentró en la figura de Biden. “Creen que es un buen tipo”, dijo. “Déjenme decirles que aumentar los impuestos al 82% de los estadounidenses no es agradable. Eliminar diez millones de empleos bien remunerados en petróleo y gas no es agradable. Las políticas que obligan a los empleos a huir de nuestro país o permiten el aborto hasta el momento del nacimiento no son agradables”.
Trump, dijo, por el contrario siente empatía por los estadounidenses ordinarios y es “duro”, sobre todo en política exterior e inmigración. “El presidente Trump siempre será duro cuando esté luchando por el pueblo estadounidense porque los tipos agradables como Joe se preocuparon más por países como China e Irán que por Estados Unidos de América”, dijo McDaniel.
El representante de Florida Matt Gaetz hizo lo previsible: calificar la elección de noviembre como una batalla existencial para el país y a Biden como un títere de la izquierda. “Debemos luchar para salvar a Estados Unidos ahora o podemos perderlos para siempre”, dijo.
Gaetz se colocó en el excepcionalismo estadounidense, desde el que no dudó en declarar a Trump “un visionario” y un paladín en la defensa de los padres los padres fundadores. “Washington, Lincoln y Jefferson son inmortales precisamente por la fuerza que ejercen sobre nuestra imaginación. No se puede cancelar una cultura que ama a sus héroes”, dijo. Y agregó: “la izquierda necesita que Estados Unidos sea más débil para lograr su objetivo”.
Dos trabajadores de la salud promocionaron a Trump como un líder que “movió montañas” para luchar contra la pandemia de coronavirus. Amy Johnson Ford, una enfermera de una zona rural de Virginia, y el Dr. G.E. Ghali, un cirujano maxilofacial, dijeron que el presidente había actuado de manera decisiva para poder derrotar la pandemia, formulación carente de evidencia empírica. “Permítanme ser claro: como profesional de la salud, puedo decirles sin dudarlo que la rápida acción y el liderazgo de Donald Trump salvaron miles de vidas durante la Covid-19”, dijo Ford.
Andrew Pollack, padre de una estudiante asesinada en el tiroteo de la secundaria Marjory Stoneman Douglas, en 2018, dijo que las políticas implementadas por los demócratas en su distrito floridano eran las culpables de su muerte. “Las leyes de control de armas no le fallaron a mi hija, la gente sí”, dijo Pollack. “Los demócratas de extrema izquierda en nuestro distrito escolar hicieron posible este tiroteo”, sentenció.
Pollack elogió a Trump por tomar medidas para prevenir futuros tiroteos en las escuelas al establecer una comisión que produjo recomendaciones a fin de lograr que las escuelas sean más seguras. “Realmente, creo que la seguridad de nuestros niños depende de si este hombre es relegido”, dijo.
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