A diferencia de casi todos los países del mundo, el Día del Trabajo en Estados Unidos se celebra el primer lunes de septiembre, una jornada feriada para la mayoría de la nación.
Este año los estadounidenses celebran que la tasa de desempleo en el país se mantiene en 3.7 por ciento (según datos de julio de 2019), y el número de desempleados está en 6.1 millones, una de las cifras más bajas de los últimos años.
En la proclamación oficial por el Labor Day de 2018, el presidente Trump dijo que su administración ha “tomado medidas históricas para defender al trabajador estadounidense al defender y hacer cumplir las leyes de inmigración promulgadas para su protección, y al tratar de reformar nuestro sistema de inmigración para que proteja los empleos, salarios y medios de vida de los trabajadores de nuestra nación.”
Este año, su proclamación se refirió más a los datos positivos que muestran las estadísticas sobre trabajo en Estados Unidos, un hecho que muchos especialistas atribuyen también a las estrategias de Obama para salir de la crisis que comenzó en 2008 y que brindan sus frutos ahora.
“Desde mi elección, la economía estadounidense ha agregado más de 6 millones de nuevos empleos, y durante los últimos 17 meses, la tasa de desempleo se ha mantenido cerca de mínimos históricos”, resaltó Trump, en un claro intento de reforzar sus presumibles fortalezas frente a los votantes en su penúltima proclama por el Día del Trabajo antes de las próximas elecciones presidenciales.
Más allá de la polémica por las políticas favorecidas por la actual administración estadounidense, el panorama laboral del país muestra desigualdades sociales y de género, además de zonas geográficas menos favorecidas que otras.
Los datos de las ocupaciones con mayor número de empleados indican que los vendedores son la fuerza laboral más extendida, con más de cuatro millones de personas en ese tipo de empleo, seguido del servicio gastronómico y en tercer lugar los dependientes-cajeros.
Otras labores que incluyen el top ten de los trabajos en Estados Unidos según las últimas estadísticas del año pasado son los oficinistas, enfermeras, trabajadores de carga pesada, representantes del servicio al cliente, camareros, gerente de operaciones y cuidador personal.
Para los negocios privados, el salario promedio a nivel nacional estimaba en 23.46 dólares la hora, aunque un desglose por tipo de ocupación indica una gran diferencia en ocupaciones mejor pagadas como las relacionadas con la comunicación y la información (más de 30 dólares la hora) y las dedicadas al ocio y la hospitalidad (generalmente personas que ofrecen servicios de limpieza) con alrededor de 13 dólares la hora.
La mayoría de las personas que se dedican al tipo de labores menos remuneradas son mujeres, mientras que existe una ligera diferencia que indica, además, que las mujeres son más propensas a tener múltiples trabajos (los llamados part-times).
En cuanto a los beneficios de atención médica, en el 2018 estaban disponibles para el 69% de los trabajadores de la industria privada y el 89% de los trabajadores del gobierno estatal y local, según la Oficina de Estadísticas Laborales de los EE.UU. Recordemos que, además de las leyes federales, cada estado tiene su propio sistema de leyes, salario mínimo y políticas públicas para combatir el desempleo.
La historia cuenta, según el Departamento de Trabajo estadounidense, que el Día del Trabajo es un logro del movimiento laboral en Estados Unidos. Ese día se dedica a “los logros sociales y económicos de los trabajadores estadounidenses” y “constituye un tributo nacional anual a las contribuciones que los trabajadores han hecho a la fortaleza, la prosperidad y el bienestar de nuestro país”, afirma en su página web.
“El primer reconocimiento gubernamental llegó a través de ordenanzas municipales aprobadas en 1885 y 1886. A partir de ellas, se desarrolló un movimiento para garantizar la legislación estatal. El primer proyecto de ley estatal se introdujo en la legislatura de Nueva York, pero el primero en convertirse en ley fue aprobado por Oregon el 21 de febrero de 1887.
“Durante 1887, cuatro estados más, Colorado, Massachusetts, Nueva Jersey y Nueva York, crearon el feriado del Día del Trabajo por promulgación legislativa. A finales de la década, Connecticut, Nebraska y Pennsylvania habían seguido su ejemplo. Para 1894, 23 estados más habían adoptado el feriado, y el 28 de junio de 1894, el Congreso aprobó una ley que convierte el primer lunes de septiembre de cada año en feriado legal en el Distrito de Columbia y los territorios”.