La acusación federal contra Trump, dada a conocer ayer viernes, contiene 37 cargos, incluyendo el hecho de que poseía intencionalmente documentos clasificados que mostró a varios visitantes, desafiando deliberadamente las demandas del Departamento de Justicia de devolverlos y haciendo declaraciones falsas a las autoridades federales. La evidencia contiene las propias palabras y acciones de Trump, según lo relatado por los abogados, colaboradores cercanos y otros testigos.
Pero en los pasillos del Congreso, los republicanos se han estado preparando para lanzar un ataque contra el Departamento de Justicia. La campaña para desacreditar a los fiscales ignora el contenido de esos cargos, presentados por un Gran Jurado en Florida.
Los elementos clave de la estrategia del Partido Republicano son desacreditar a los fiscales e investigar a los investigadores, un manual que emplearon durante la presidencia de Trump cuando su propio Departamento de Justicia investigó sus conexiones con Rusia. También se usó en abril cuando Trump fue acusado en una investigación en Nueva York.
Los legisladores republicanos están trabajando en apuntalar la idea de que las fuerzas del orden y el presidente Joe Biden están conspirando contra el expresidente y posible candidato republicano a la presidencia en 2024.
Trump acusado oficialmente de cargos federales por retirar documentos clasificados de la Casa Blanca
Los republicanos de la Cámara sentaron las bases para defender a Trump desde que obtuvieron la mayoría en enero pasado. Una serie de audiencias con exagentes del FBI, ejecutivos de Twitter y funcionarios federales han tratado de vender la narrativa de un Gobierno corrupto que usa sus poderes contra Trump y la derecha. Y un subcomité de la Cámara, liderado por el Partido Republicano sobre la “armamentización” del Gobierno, está investigando al Departamento de Justicia y otras agencias gubernamentales.
“Es un día triste para Estados Unidos”, dijo el jueves por la noche el presidente del Comité Judicial del Senado, Jim Jordan, de Ohio, un defensor a capa y espada de Trump. “Dios bendiga al presidente Trump”. El representante de Arizona, Andy Biggs, fue más lejos. “Hemos llegado a una fase de guerra”, tuiteó. “Ojo por ojo.”
La retórica republicana “no solo socava el Departamento de Justicia, sino que traiciona el principio esencial de la justicia de que nadie está por encima de la ley”, dijo el representante Jamie Raskin, el principal demócrata en el Comité de Supervisión de la Cámara.
En los días previos a la acusación de Nueva York, los republicanos de la Cámara lanzaron una campaña contra Alvin Bragg, el fiscal de Manhattan que presentó el caso contra el expresidente. Con la idea de que la acusación era “pura política”, celebraron una audiencia para examinar sus políticas “a favor del crimen y contra las víctimas”.
Mientras el fiscal especial Jack Smith se preparaba esta semana para dar a conocer la acusación, los aliados de Trump en el Capitolio trabajaban horas extras para preparar la defensa del expresidente. Los republicanos enviaron cartas al Departamento de Justicia exigiendo documentos relacionados con su investigación sobre el manejo de registros clasificados por parte de Trump.
Muchos republicanos sostienen que las acusaciones podrían ayudar a Trump a mejorar su posición en las encuestas de votantes republicanos y solidificar la impresión de que el Gobierno está conspirando en su contra.
Defender a Trump tiene el potencial de aliviar las tensiones entre los republicanos de la Cámara mientras enfrentan sus propios problemas en el Capitolio luego de que una revuelta liderada por los conservadores ante el reciente acuerdo sobre el techo de la deuda dividió al partido e impidió que la mayoría de las leyes se aprobaran en el pleno.
Pero incluso si los republicanos pudieran moldear de manera absoluta la percepción pública sobre las investigaciones a Trump, hay algo que no pueden hacer: controlar el resultado del juicio.
El expresidente corre un gran riesgo legal, al margen de lo que crea el público, mientras los fiscales en Georgia y Washington se preparan para dar a conocer los resultados de sus investigaciones sobre otras acciones ilegales del expresidente.