Tal como se anticipaba, la congresista republicana Liz Cheney no logró ganar las primarias de su partido esta madrugada (hora local) en Wyoming, con vistas a obtener la candidatura de su partido para mantener su escaño en el Congreso.
Se esperaba que con ello acabara su carrera política, pero la hija mayor del exvicepresidente Dick Cheney se ha trazado una nueva meta en su vida: impedir que el exmandatario Donald Trump vuelva a aproximarse a la Casa Blanca, aunque para eso ella tenga que lanzarse a la presidencia en 2024.
Cheney quedó muy detrás de Harriet Hageman, la candidata respaldada por Trump, quien le sacó una ventaja de más del 37 % de los votos. Se trata de una notable pérdida de favor del electorado de Wyoming, considerando que en 2020 Cheney logró su segunda reelección con más del 68 % de los votos.
La noche del martes, Cheney concedió la victoria a Hageman y describió su derrota como el comienzo de un nuevo capítulo en su carrera política, mientras se dirigía a un pequeño grupo de simpatizantes, incluido su padre, el exvicepresidente Dick Cheney, en un vasto campo flanqueado por montañas y pacas de heno.
“Esta elección primaria ha terminado, pero ahora comienza el verdadero trabajo”, dijo a sus partidarios en su discurso de concesión.
“He dicho desde el 6 de enero que haré lo que sea necesario para garantizar que Donald Trump nunca más esté cerca de la Oficina Oval, y lo digo en serio”, señaló.
Cheney estaba preparaba para una derrota contra Harriet Hageman. Sin embargo, prometió seguir siendo una presencia activa en la política nacional, mientras contempla una candidatura presidencial para 2024.
“Hoy, sin importar cuál sea el resultado, es sin duda el comienzo de una batalla que continuará”, dijo Cheney a CBS News después de emitir su voto el martes, junto a su padre.
“Nos enfrentamos a un momento en el que nuestra democracia realmente está bajo ataque y amenaza. Y aquellos de nosotros en general, republicanos, demócratas e independientes que creemos profundamente en la libertad y que nos preocupamos por la Constitución y el futuro del país, tenemos la obligación de poner eso por encima del partido”, añadió.
Trump pasó gran parte del día de ayer atacando al FBI en las redes sociales, pero intervino brevemente en la contienda de Wyoming.
Hacia la noche, el expresidente calificó la pérdida de Cheney como “una completa reprimenda” al comité de la Cámara de Representantes que investiga el golpe de Estado fracasado con el asalto al Capitolio el 6 de enero del año pasado, y del cual Cheney es la vicepresidenta.
“Liz Cheney debería avergonzarse de sí misma, de la forma en que actuó y de sus palabras y acciones rencorosas y mojigatas hacia los demás”, escribió Trump en su plataforma de redes sociales.