En 2020 una ilegalidad electoral ocurrió en el estado de Michigan. Se corroboró ahora cuando la fiscal general, la demócrata Dana Nessel, ha encausado a 16 falsos electores con ocho cargos criminales que incluyen “falsificación” y “conspiración para cometer una falsificación electoral”.
Con la complicidad de importantes miembros del Partido Republicano, suplantaron a los electores electos legítimamente para tratar de darle la victoria a Trump sobre el actual presidente, Joe Biden. Ahora pueden recibir 14 años de cárcel.
El grupo incluye, entre otros, a la jefa del capítulo del Comité Nacional Republicano en Michigan, Kathy Berden, así como al excopresidente del Partido Republicano de ese estado, Meshawn Maddock, y al secretario del municipio de Shelby, Stan Grot.
En siete estados clave, no solo en Michigan, los partidarios de Trump firmaron certificados declarando falsamente que él ganó. Los certificados falsos fueron ignorados, pero el intento ha sido objeto de investigaciones, incluso por parte del Comité de la Cámara de Representantes que hurgó en los sucesos del 6 de enero en el Capitolio.
Esos estados son Arizona, Georgia, Michigan, Nuevo México, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.
“Las acciones de los falsos electores socavan la fe del público en la integridad de nuestras elecciones y, creemos, que también violaron claramente las leyes por las que administramos nuestras elecciones en Michigan”, dijo Nessel en un comunicado.
Sin embargo uno de los acusados, John Haggard, de 82 años, de Charlevoix, dijo a The Detroit News que no creía haber hecho nada malo. “No hay nada equivocado”, afirmó.
Pero en enero del año pasado Nessel pidió a los fiscales federales abrir una investigación penal sobre los 16 republicanos a medida en que fueron identificados. “Obviamente, esto es parte de una conspiración mucho más grande”, dijo en ese momento.
Una fiscal de Georgia que investiga una posible intromisión ilegal en las elecciones de 2020 logró acuerdos de inmunidad con al menos ocho electores falsos. El fiscal general de Arizona se encuentra en las primeras etapas de una investigación. El fiscal general de Nevada ha dicho que no presentará cargos, mientras que Wisconsin no tiene una investigación activa y el fiscal general se ha remitido al Departamento de Justicia.
Por otro lado, un grupo de aliados de Trump en Michigan, incluido el excandidato republicano a fiscal general Matthew DePerno, enfrentan posibles cargos penales relacionados con los intentos de obtener acceso a las máquinas de votación después de las elecciones de 2020.
Según los documentos publicados el año pasado por la oficina de Nessel, se tomaron cinco tabuladores de votos de los condados de Roscommon y Missaukee, en el norte de Michigan, y del condado de Barry en el oeste. Posteriormente se dividieron los tabuladores y se realizaron “pruebas” en el equipo.
En marzo se convocó un gran jurado a pedido de un fiscal especial para considerar las acusaciones, según registros judiciales. El fiscal especial D.J. Hilton escribió en mayo en un documento que “está listo para tomar una decisión de acusación”, que de salir pronto se uniría a las acusaciones contra Trump.
“Lo que han hecho en Michigan tiene todo el olorcito de un intento de golpe, sin militares por el medio, pero con activistas y líderes republicanos convencidos de que están a cargo del país”, le dijo a OnCuba un estratega demócrata que no quiso identificarse.