La obispa de la diócesis episcopal de Washington, la reverenda Mariann Budde, criticó enérgicamente al presidente Trump por su visita a la histórica iglesia de San Juan, donde alzó una Biblia para las cámaras después de que la policía despejara un parque donde había manifestantes pacíficos.
Dijo que sentía “indignada” por esa visita y destacó que el mandatario no se detuvo a rezar en la iglesia, un sitio al que han concurrido todos los presidentes desde principios del siglo XIX.
“Tomó los símbolos sagrados de nuestra tradición y se paró frente a una casa de oración esperando que fuera un momento de celebración”, dijo Budde en entrevista.
“No podía dejar de pronunciarme contra eso”, agregó la reverenda, quien pidió concentrarse en “las heridas profundas del país” mientras siguen las manifestaciones contra la injusticia racial.
La visita “no sirvió a las aspiraciones espirituales, ni al liderazgo moral que necesitamos”, dijo Budde a la cadena NBC. “No restañó las heridas dolorosas que sufrimos y la agonía de nuestro país”.
En medio de las protestas tras la muerte de George Floyd, la iglesia de San Juan sufrió daños menores debido a un incendio en el sótano. Budde dijo: “nuestro sufrimiento fue mínimo” comparado con el de los negocios destruidos por los saqueos. Al mismo tiempo, defendió los objetivos de los manifestantes que responden pacíficamente a la muerte de Floyd.
“Podemos reconstruir la iglesia. Podemos reemplazar los muebles de una guardería”, dijo. “No podemos devolverle la vida a un hombre”.
El obispo presidente de la Iglesia Episcopal, Michael Curry, fustigó a Trump por “usar el edificio de una iglesia y una Sagrada Biblia con fines políticos partidistas”.
“Lo hizo en un momento de heridas profundas y dolor en nuestro país, su acción no sirvió para ayudarnos o sanarnos”, dijo Curry.
Associated Press/OnCuba.