Una de las primeras muertes por coronavirus de un residente de Virginia fue un pastor evangélico.
Se llamaba Landon Spradlin. 66 años. Un músico de blues que pastoreó varias iglesias a lo largo de los años. El periódico The Roanoke Times, uno de los principales de Virginia, lo describió una vez como un “ministro musical viajero” y “un buen guitarrista” con una “poderosa voz de soul/ blues”.
Spradlin estaba en New Orleans con su esposa cuando comenzó a enfermarse de coronavirus. El 17 de marzo, regresando a Gretna, en la propia Louisiana, su problema empeoró. Apenas podía respirar.
En su página de Facebook, había publicado fotos y videos de su familia, de su banda y de él mismo tocando y haciendo turismo en New Orleans. Pasaba la mayor parte de su tiempo actuando en la concurrida Jackson Square, donde su banda hizo su “Ministerio de Jackson Square”.
También se presentaba en clubes de música, restaurantes y, desde luego en Bourbon Street, una de las mecas del jazz. Una de esas veces escribió: “Tuvimos un increíble alcance de Mardi Gras este año. ¡Muchos fueron tocados por el poder y el amor de Jesús!”.
El 13 de marzo publicó un meme comparando al COVID-19 con las muertes por gripe porcina: la respuesta al nuevo coronavirus era “histeria masiva” creada por los medios de comunicación para dañar a Donald Trump.
Ese mismo día compartió una publicación contando la historia de un misionero cristiano que vivió con enfermos de peste bubónica sin sucumbir a la enfermedad. “Mientras camine a la luz de esa ley [del Espíritu de vida], ningún germen se adherirá a mí”, dijo.
Spradlin fue pastor de New Wave Ministries International. Su misión consiste en “llevar la Luz del Evangelio a las regiones más oscuras de la Tierra”.
Sus hijas dijeron que sufría de bronquitis y asma.