Paul Manafort, exdirector de la campaña presidencial de Donald Trump, fue sentenciado a casi cuatro años de cárcel por fraude fiscal y bancario relacionado con su trabajo como asesor de políticos ucranianos, un periodo mucho menor de lo que se recomendaba en las pautas de sentencia.
En una silla de ruedas debido a complicaciones de la enfermedad de la gota, Manafort no hizo ninguna expresión cuando el jueves escuchó la sentencia de 47 meses. Aunque fue la más larga hasta la fecha en surgir de la investigación del fiscal especial Robert Mueller, pudo haber sido mucho peor para Manafort.
Las directrices de sentencia marcaban un periodo de 20 años tras las rejas, lo que sería prácticamente una condena de por vida para el hombre de 69 años.
Manafort todavía enfrenta la posibilidad de recibir más tiempo de cárcel por la sentencia de un caso separado en el Distrito de Columbia, donde se declaró culpable de cargos relacionados con cabildeo ilegal.
Antes de que el juez T.S. Ellis III impusiera la sentencia, Manafort le dijo que “decir que me siento humillado y avergonzado sería quedarme corto”. Pero no se disculpó explícitamente, algo que Ellis hizo notar antes de imponer la sentencia.
Manafort dirigió los esfuerzos electorales de Trump durante los meses cruciales de la campaña de 2016 mientras Rusia buscaba interferir en las elecciones al hackear correos electrónicos demócratas. Fue de los primeros socios de Trump en ser acusado en la pesquisa de Mueller y ha sido un imputado de alto perfil.
Pero los cargos contra Manafort no están relacionados con su trabajo en la campaña del ahora mandatario ni con el objeto de la investigación de Mueller: si la campaña de Trump se coordinó con los rusos.
El año pasado, un jurado de la corte federal en Alexandria, Virginia, declaró culpable a Manafort de ocho delitos graves y concluyó que le ocultó al Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) millones de dólares que recibió por su trabajo en Ucrania.
Los abogados de Manafort alegaron que su cliente se había involucrado en un caso rutinario de evasión fiscal, y citaron varias sentencias anteriores en las que los acusados le habían escondido millones al IRS y recibieron sentencias de menos de un año en prisión.
Los fiscales dijeron que la conducta de Manafort fue escandalosa, pero a fin de cuentas Ellis estuvo de acuerdo con los abogados de la defensa.
“Estas directrices están bastante elevadas”, comentó.
Ni los fiscales ni los abogados de la defensa habían solicitado una duración de la sentencia específica en sus memorandos, pero los fiscales habían pedido una condena “significativa”.
Afuera de la corte, el abogado de Manafort, Kevin Downing, dijo que su cliente acepta la responsabilidad por su conducta y que “no hay ninguna evidencia de que el señor Manafort estuvo involucrado en alguna colusión con el gobierno de Rusia”.
Los fiscales salieron del tribunal sin realizar comentarios.
Aunque Manafort no ha enfrentado cargos relacionados con colusión, ha sido considerado como una de las figuras fundamentales en la investigación de Mueller.