Stephen Miller es, como en su momento lo fue Steve Bannon, uno de los intelectuales que le ha dado sustentación teórica a las políticas de Donald Trump. Llegó al poder ejecutivo en 2017 con credenciales como haber sido director de comunicaciones del entonces senador Jeff Sessions y secretario de prensa de los representantes republicanos Michele Bachmann y John Shadegg.
Miller es uno de los autores del discurso inaugural de Trump y del llamado muslim ban, de la reducción de refugiados aceptados en Estados Unidos y de la política de separar a los niños migrantes de sus padres. Según trascendidos, desempeñó un papel central en la renuncia de la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen (abril de 2019) por no ser suficientemente agresiva en temas migratorios.
El Southern Poverty Law Center (SPLC) es una organización estadounidense de defensa legal especializada en litigios de derechos civiles. Ubicado en Montgomery, Alabama, se le conoce por sus denuncias en estos predios y por llevar a cabo casos legales contra supremacistas blancos, grupos de odio y otras organizaciones extremistas.
Esta institución acaba de acceder y publicar emails de Miller anteriores a la selecciones de 2016 en los que el hoy asesor de la Casa Blanca aparece promoviendo literatura nacionalista, narrativas racistas sobre inmigración y preocupaciones por la pérdida de símbolos confederados.
Estos correos, que Miller envió al sitio web conservador Breitbart News en 2015 y 2016, muestran la ideología extremista y antinmigrante funcional con las políticas que ha ayudado a crear en la administración Trump, incluida la separación familiar en las instalaciones de reasentamiento de refugiados que está causando un “trauma intense” en muchos niños.
Una carta de The Leadership Conference on Civil and Human Rights, una coalición sin fines de lucro de más de doscientas organizaciones dedicadas a promover y proteger los derechos civiles y humanos de todas las personas en Estados Unidos, acusó a Miller de apoyar la supremacía blanca y avivar la intolerancia.
“A los partidarios de los supremacistas blancos y los neonazis no se les debe permitir servir en ningún nivel de gobierno, y mucho menos en la Casa Blanca”, escribieron. Y también: “Stephen Miller ha avivado la intolerancia, el odio y la división con su retórica política y sus políticas extremas a lo largo de su carrera. La reciente exposición de su racismo, profundamente arraigado, proporciona una prueba más de que no es apto para servir y de que debería abandonar inmediatamente su cargo”.
La ex candidata presidencial Hillary Clinton dijo ayer martes que Miller debería ser sustituido de su cargo. “Cada día que Stephen Miller permanece en la Casa Blanca es una emergencia”, tuiteó.
Every day Stephen Miller remains in the White House is an emergency. https://t.co/egObGuMfeX
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) November 19, 2019
La Casa Blanca le respondió rápidamente: “Cada día que Hillary Clinton estaba en el cargo era una emergencia real”, dijo la secretaria de prensa, Stephanie Grisham, en un comunicado de prensa. “Para que no olvidemos que sus políticas ayudaron a crear una masacre en Benghazi, Libia, un desastre humanitario en Siria y el surgimiento de ISIS en Iraq, Stephen Miller está dedicado a este país y estoy orgullosa de trabajar junto a él todos los días con el objetivo de hacer que nuestra nación sea aún más grande. Es un amigo y colega, y tenemos la suerte de tenerlo en la Casa Blanca”.
La representante Alexandria Ocasio-Cortez también pidió su destitución. “Cada día que permitimos que un nacionalista blanco esté a cargo de la política de inmigración de Estados Unidos es un día en el que miles de niños y familias viven en peligro”, dijo. “Solo este año, bajo la dirección de Miller, Estados Unidos ha puesto a casi 70,000 niños bajo custodia”.
El informe también afirmó que Miller compartió sitios web nacionalistas blancos, una novela temática de “genocidio blanco”, teorías de conspiración xenófoba y leyes de inmigración genésica que Adolfo Hitler elogió en Mi lucha.