Los funcionarios del Departamento de Justicia que evaluaron las acciones del entonces presidente Donald Trump durante la investigación de Rusia concluyeron que nada de lo que hizo, incluido el despido del director del FBI, alcanzó el nivel de obstrucción de la justicia y que no había precedentes para un enjuiciamiento, según un memorando publicado.
El memorando de nueve páginas, preparado para el entonces fiscal general William Barr por dos altos funcionarios del Departamento de Justicia, ofreció un análisis legal sobre si Trump había obstruido criminalmente la investigación sobre los posibles vínculos entre Rusia y su campaña presidencial de 2016.
Barr estuvo de acuerdo con las conclusiones del memorando del 24 de marzo de 2019 y anunció ese mismo día que había concluido que la conducta de Trump no violó la ley.
Aunque la decisión de no acusar a Trump de obstrucción ha sido bien documentada, el memorando ofrece detalles adicionales sobre cómo dos de los líderes más importantes del Departamento llegaron a esa conclusión.
La decisión del Departamento fue notable.El fiscal especial Robert Mueller, quien dirigió la investigación sobre Rusia, se negó en su informe de 448 páginas a decidir si Trump había obstruido la justicia, pero tampoco lo absolvió.
El informe de Mueller analizó diez casos en los que Trump se involucró en la investigación de Rusia. Esos incluyen el despido en mayo de 2017 del entonces director del FBI James Comey; su solicitud a Comey tres meses antes de abandonar una investigación sobre el asesor de seguridad nacional de su administración, Michael Flynn; y sus esfuerzos posteriores para que despidieran a Mueller.
En su memorando, los dos funcionarios, Edward O’Callaghan y Steven Engel, afirmaron que ninguno de esos actos equivale a una obstrucción criminal de la justicia. Dijeron que la evidencia sugería que Trump tomó las medidas que tomó “no con un propósito ilegal“, sino porque creía la investigación tenía motivaciones políticas y obstaculizaba su capacidad de gobernar.
En el caso del despido de Comey, por ejemplo, escribieron que la “fuerza impulsora“ fue la ira por la negativa de Comey a declarar públicamente que el FBI no estaba investigando al propio Trump en lugar de un esfuerzo de Trump por descarrilar la investigación. Y en otros casos, dijeron, ninguna de las solicitudes de Trump para “cambiar la supervisión de la investigación“, incluido decirle a su abogado de la Casa Blanca que fraguara el despido de Mueller, nunca se llevó a cabo.
El Departamento publicó el memorando el miércoles luego de un fallo de la corte de apelaciones de la semana pasada afirmando que el documento había sido retenido indebidamente de un grupo de vigilancia del gobierno, Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, que lo había demandado.
En un comunicado el miércoles, el grupo criticó el memorando por presentar una “visión asombrosamente generosa de la ley y los hechos para Donald Trump. Distorsiona significativamente los hechos y la ley para beneficiar a Donald Trump y no concuerda con una lectura seria de la ley de obstrucción de la justicia o los hechos encontrados por el fiscal especial Mueller“, dijo el comunicado.