Durante décadas Florida ha dispuesto de un ley como pocos estados del país: promueve una transparencia gubernamental a todos los niveles. Desde el gobernador a un simple concejal. Se llama Sunshine Law, que en una traducción muy liberal pudiera ser algo así como “ley solar”.
Esta ley obliga a la divulgación de toda actividad pública y prohíbe la discusión y el acuerdo en privado de conversaciones entre funcionarios sobre temas que conciernen a la población en general y sobre los cuales deben decidir.
Pero esta semana la legislatura del estado aprobó un proyecto de ley que le da un hachazo a ese concepto y que en lo inmediato ocultaría del público los registros del viaje del gobernador Ron DeSantis y otros funcionarios electos. Se trata de un cambio sustancial en las tan elogiadas leyes estatales mientras DeSantis explora una posible candidatura presidencial.
Si bien la ley pretende proteger los registros de viajes del gobernador bajo el paraguas de las crecientes amenazas y la seguridad, también incluye una cláusula retroactiva bloqueando la publicación de muchos registros de viajes ya realizados por DeSantis y otros funcionarios, así como por sus familiares y colaboradores.
DeSantis se enfrenta a un escrutinio cada vez mayor por el uso de vuelos fletados privados. Por ejemplo, preguntas sobre quién pagó el viaje y quién voló con él, sobre todo a medida que sus ambiciones presidenciales se vuelven más claras y se mueve por el país más extensamente.
En años anteriores, las leyes de transparencia de Florida han expuesto los abusos de recursos estatales por parte de funcionarios. En 2003, por ejemplo, se descubrió que Jim King, el presidente del Senado estatal, utilizó un avión estatal para volar a su casa los fines de semana.
El proyecto de ley ahora se dirige a la mesa de DeSantis, quien ha evitado comentarlo directamente y declarado que él no lo redactó. Muchos republicanos de Florida, que controlan la Cámara y el Senado, esperan que la convierta en ley.
“No es necesariamente algo que se me ocurrió”, dijo DeSantis en un evento en Titusville, al norte de Miami. Agregó que la legislación fue “motivada por un problema de seguridad” y que ha recibido muchas amenazas.
El Departamento de Policía de Florida lo dirige una persona designada por el gobernador. También este funcionario expresó su apoyo al proyecto. Declaró en abril que divulgar detalles de los viajes “representa un riesgo no solo para quienes protegemos, sino también para nuestros agentes y los ciudadanos asistentes a los eventos”.
Sin embargo, los críticos del proyecto señalan que agregar la cláusula retroactiva no encaja con una justificación de seguridad. “¿Cómo es que hay un problema de seguridad en el caso de viajes que ya ocurrieron?”, dijo Barbara Petersen, directora ejecutiva del Florida Center for Government Accountability, después de que avanzara por primera vez fuera del comité en abril. Los cambios propuestos han llamado la atención de algunos de los posibles rivales republicanos de DeSantis para presidente. Incluso al expresidente Donald Trump. Que mientras estuvo en la Casa Blanca, y después, ha intentado ocultar muchas de sus actividades.
“En los últimos meses, el gobernador DeSantis ha utilizado dólares de los contribuyentes para viajar por todo el país para su campaña presidencial de 2024, incluidos los estados de votación anticipada como Iowa y Nevada”, dijo la campaña de Trump en un comunicado.
Sin embargo, “la oficina del gobernador de DeSantis se niega a decirle a los periodistas y al público cuánto dinero de los contribuyentes se ha gastado para financiar estos viajes o cuánto costará el trotamundos de abril de DeSantis”, agregó.
DeSantis ha regresado recientemente de un viaje por Japón, Corea del Sur e Israel. Ha dado muy pocos detalles. Supuestamente, se destinó a sondear las posibilidades de ser recibido por esos importantes socios de Estados Unidos en caso de que alcance la Casa Blanca en noviembre de 2024.