El secretario de Defensa Jim Mattis anunció abruptamente el jueves que renunciaría, un día después de que el presidente Donald Trump hizo caso omiso a su consejo de no retirar a las tropas de Siria.
Mattis dejará su cargo a finales de febrero después de dos tumultuosos años en los que se empeñó en suavizar y moderar la intransigencia del presidente, y sus cambiantes políticas. Dijo a Trump en una carta que renunciaba porque “tiene derecho a contar con un secretario de Defensa cuyos puntos de vista estén más alineados con los suyos”.
Trump dijo en un tuit que Mattis se jubilaría. Pero no fue lo que dijo Mattis.
La renuncia se informó un día después que Trump sorprendió a naciones aliadas y a los miembros del Congreso al anunciar el retiro de todas las tropas estadounidenses de Siria, y mientras continúa evaluando reducir el despliegue de efectivos estadounidenses en Afganistán.
La decisión de Trump de sacar a las tropas de Siria ha sido duramente criticada por los aliados kurdos, quienes podrían sufrir una embestida turca una vez que los estadounidenses estén fuera del país. El Pentágono se había opuesto a la retirada.
En su carta de renuncia, Mattis enfatizó la importancia de defender a los aliados de Estados Unidos, una crítica implícita a la decisión del presidente sobre este y otros temas.
“Mientras Estados Unidos siga siendo la nación indispensable del mundo libre, no podemos proteger nuestros intereses ni cumplir nuestro papel de manera efectiva sin mantener fuertes alianzas y sin mostrar respeto a esos aliados”, escribió Mattis.