Según The New York Times, la administración Trump está considerando definir el género como una condición biológica e inmutable determinada por los genitales al nacer. Buscan revertir el reconocimiento y la protección de las personas transgénero según la ley federal de derechos civiles.
Una serie de decisiones del gobierno de Obama habían ido flexibilizando el concepto legal de género en los programas federales, sobre todo en educación y salud pero también en muchos otros espacios públicos. Los últimos gobiernos demócratas reconocieron el género en gran medida como una elección individual y no como algo determinado por el sexo al momento del nacimiento.
Ahora el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, busca establecer “una definición explícita y uniforme de género sobre una base biológica clara, basada en la ciencia, objetiva y administrable”. Es decir, pretender volver a determinar el género según el sexo: masculino o femenino, “lo que marquen los genitales con los que nació la persona” según un borrador que difunde el New York Times.
El documento aclara: “el sexo que figura en el certificado de nacimiento de una persona, tal como se emitió originalmente, constituirá una prueba definitiva del sexo de una persona a menos que sea refutado por evidencia genética confiable”.
La nueva definición esencialmente erradicaría el reconocimiento federal de aproximadamente 1.4 millones de estadounidenses que han optado por reconocerse a sí mismes como un género diferente al que nacieron.
La administración de Trump ya ha intentado impedir que las personas transgénero sirvan en el ejército y ha desafiado legalmente las protecciones de derechos civiles para las personas trans. Varias agencias ya han retirado desde 2017 las políticas inclusivas de la era de Obama que reconocían la identidad de género en, por ejemplo, hospitales, escuelas, prisiones y refugios para personas sin hogar.