Donald Trump lanzó este lunes nuevas amenazas contra Venezuela al advertir que su gobierno iniciaría ataques terrestres “inminentes” bajo la coartada de la lucha contra el narcotráfico.
A su vez, confirmó que Washington se quedará con los barcos y el petróleo venezolano incautados en el Caribe, algo que Caracas denuncia como actos rotundos de “piratería” en el siglo XXI.
Desde su residencia privada de Mar-a-Lago en Florida, el presidente republicano aseguró que las operaciones militares en tierra serán “mucho más fáciles” que las marítimas, tras el supuesto éxito de la interceptación de lanchas vinculadas al narcotráfico, cuyo balance de víctimas mortales supera ya el centenar.
Trump insistió en que su homólogo Nicolás Maduro “sería inteligente” si dejara el poder, y advirtió que si “se se hace el duro, será la última vez que lo haga”.
Sus declaraciones se producen en medio de un fuerte despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye destructores, submarinos nucleares y portaaviones, y que ya ha resultado en la incautación de varios tanqueros con crudo venezolano.
Como botín de guerra, el mandatario estadounidense afirmó que los 1,9 millones de barriles confiscados el 10 de diciembre “nos los quedaremos”, ya sea para venderlos, mantenerlos en reservas estratégicas o entregarlos a compañías estadounidenses.
A la riposta, Nicolás Maduro dijo este lunes que un presidente “no puede estar pensando en cómo va a gobernar a otros países… Lo estaría haciendo muy mal”, manifestó en un evento con productores en Caracas, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

Asamblea Nacional venezolana responde con ley contra “piratería”
En Caracas, la Asamblea Nacional, de mayoría chavista, aprobó en primera discusión una ley para garantizar las libertades de navegación y comercio frente al bloqueo estadounidense.
La normativa, presentada por el diputado Giuseppe Alessandrello, contempla penas de hasta 20 años de cárcel para quienes apoyen acciones de “piratería” contra Venezuela.
“La ley busca proteger la economía nacional y evitar que se erosione el nivel de vida de la población”, dijo Alessandrello, quien defendió que la norma se sustenta en la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar de 1958 y la Carta de las Naciones Unidas.
El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, anunció que la segunda discusión se realizaría de inmediato para oficializar la medida.
Rusia desmiente evacuación de su embajada
Las tensiones internacionales se intensificaron cuando la agencia estadounidense Associated Press informó sobre una supuesta evacuación del personal diplomático ruso en Caracas. El Ministerio de Exteriores de Rusia calificó la noticia como “una mentira” y aseguró que su embajada en Venezuela continúa operando con normalidad.
Moscú, aliado estratégico de Maduro, ha criticado el despliegue militar estadounidense en el Caribe, que según datos oficiales incluye más de 4 mil militares y ataques contra unas 30 embarcaciones presuntamente cargadas de cocaína.
Rusia sostiene que estas operaciones violan el derecho internacional y forman parte de una “guerra híbrida” para forzar un cambio de liderazgo en Venezuela.
Entretanto, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará este martes una reunión de emergencia para analizar la situación en Venezuela, a petición expresa de Caracas. El debate, previsto para las 15:00 hora local en Nueva York, se centrará en los ataques estadounidenses contra lanchas vinculadas al narcotráfico y la interceptación de petroleros sancionados.
Aunque no se esperan resoluciones vinculantes debido al poder de veto de Estados Unidos, el encuentro podría ser un espacio para que potencias como Rusia y China llamen de conjunto al respeto de la soberanía venezolana y a la desescalada diplomática.
Por su parte, Maduro envió una carta a la Asamblea General de la ONU advirtiendo que el bloqueo naval de Estados Unidos tendrá un impacto en la economía mundial, afectará el suministro de crudo e incrementará la inestabilidad de los mercados internacionales.

Tensiones empujan el petróleo al alza
Mientras, los precios del petróleo cerraron al alza por cuarta jornada consecutiva, impulsados por las crecientes tensiones entre Washington y Caracas.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en febrero subió un 2,65% hasta 62,07 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) ganó un 2,64% hasta 58,01 dólares.
“No es un desequilibrio entre la oferta y la demanda, sino la amenaza de guerra de Estados Unidos contra Venezuela la que impulsa los precios”, dijo Mark Waggoner, presidente de Excel Futures.
Analistas de UBS, banco suizo de alcance global, señalaron que las maniobras recientes constituyen “una escalada” y muestran que la Administración Trump está dispuesta a reducir las exportaciones venezolanas a corto plazo.
Venezuela, miembro de la OPEP, posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, pero su producción ronda apenas un millón de barriles diarios. La suspensión de exportaciones privaría al país de una fuente vital de ingresos y afectaría el flujo de crudo hacia China.
Solo la compañía estadounidense Chevron mantiene autorización de Washington para transportar unos 200 000 barriles diarios hacia Estados Unidos.












