El presidente Donald Trump intensificó sus ataques contra el fiscal general Jeff Sessions al tuitear que estaba “muerto de miedo” y “desaparecido en acción”.
No es la primera vez que lo golpea por la investigación sobre Rusia. Trump está furioso porque el alto funcionario tuvo que apartarse de la investigación por indicación del Departamento de Justicia, debido a su propia participación en la campaña de Trump y a sus declaraciones contradictorias ante el Congreso sobre encuentros con el embajador ruso en Washington.
El presidente sigue en la línea de tratar de quitarse de encima la investigación de Mueller echando mano a cada rato a explicaciones que muchos consideran simplistas: “la cacería de brujas rusa continúa, todo porque Jeff Sessions no me dijo que se iba a recusar a sí mismo […]. Hubiera elegido rápidamente a alguien más. Tanto tiempo y dinero desperdiciado, tantas vidas arruinadas […] y Sessions ¡sabía mejor que la mayoría que no había colusión!”, tuiteó en junio pasado.
Ahora Trump también arremetió contra Christopher Steele, el ex oficial de inteligencia británico autor del llamado Dossier Trump, según el cual subrogantes suyos se articularon de varias maneras con la inteligencia rusa. “La gran historia que los medios falsos se niegan a informar es la baja vida de Christopher Steele en muchas reuniones con Bruce Ohr y su bella esposa Nelly. Fue Fusion GPS la que contrató a Steele para escribir el falso y desacreditado dossier, pagado por la deshonesta Hillary y el Comité Nacional Demócrata”, dijo Trump.
Nellie Ohr, cuyo nombre escribió mal (“Nelly”), trabajó para Fusion GPS, la firma de investigación que contrató a Steele. Durante meses, los republicanos han atacado Ohr porque su esposa Nellie se involucró en la mencionada firma. Trump omite sin embargo que esa investigación fue financiada al principio por republicanos opuestos a su candidatura, y que dejaron de ponerle dinero encima solo cuando fue elegido oficialmente para competir contra Hillary Clinton. Distintos artículos de prensa han señalado que Ohr trabajó en Antinarcóticos en el Departamento de Justicia, no en Contrainteligencia. Además, no se conoce que haya desempeñado papel alguno en la investigación.
El presidente ha insistido reiteradamente en que la investigación comenzó con el dossier aludido, pero suele haber consenso en que fue motivada por los contactos de un asesor suyo, Georges Papadopoulos, con Joseph Mifsud (marzo de 2016), un académico que le dijo tener relaciones con altos funcionarios rusos. Durante un encuentro en Londres, Mifsud le llevó a una rusa, Olga Polonskaya, a quien identificó falsamente como sobrina de Putin. A fines de abril, Mifsud le dijo que acababa de enterarse por fuentes rusas de alto nivel que ellos tenían “suciedad” sobre la Clinton: “miles de correos electrónicos”.
Papadopoulos fue detenido por el FBI y desde entonces colabora con la investigación de Bob Mueller.