El Capitolio de Estados Unidos, en Washington DC, fue clausurado este viernes poco después de la 1:00 de la tarde, a consecuencia de lo que fue un ataque violento, cuando un individuo abalanzó su carro contra una barrera policial en la entrada norte del recinto. El atacante arrolló a dos agentes de la policía del Congreso y se detuvo cuando chocó contra una barrera de acero.
El individuo, identificado por las autoridades como el afroamericano Noha Green, fue ultimado a balazos, por otros agentes del Capitolio, cuando salió del auto armado con un cuchillo y corrió hacia ellos. Los dos policías arrollados fueron transportados hacia dos hospitales cercanos. Uno de ellos murió durante una operación de emergencia. El oficial fallecido fue identificado posteriormente como Billy Evans, un veterano de la fuerza del Capitolio con 18 años de servicio. Su colega herido todavía no ha sido identificado pero está fuera de peligro.
Según la cadena CNN, Green era un miembro de la organización Nación del Islán, dirigida por Louis Farrakhan, y dejó escrito en su página de Facebook, entretanto borrada de la red social, que la policía y el FBI intentaba “controlar mi mente”. También dejó escrito que consideraba a Farrakhan como su líder espiritual y “continuador de Jesus Cristo”. De confirmarse la filiación religiosa seria la primera vez que un musulmán afroestadounidense se involucra en un ataque público a una institución política del país, después de los ataques del 11 de septiembre del 2001, consideró a medios a prensa el congresista Ro Khanna, demócrata por California,
“Una vez detenido, el sospechoso salió del carro empuñando un cuchillo. Los agentes en el lugar lo conminaron a detenerse, él no hizo caso, siguió corriendo y fue cuando los agentes respondieron con fuego y el sospechoso falleció al instante. Uno de nuestros oficiales ha muerto en el hospital”, indicó en la rueda de prensa la jefe provisional de la policía del Capitolio, Yogananda Pittman.
Su colega, Robert Contee, jefe de la policía Metropolitana de Washington DC, añadió que al momento de la rueda de prensa, pasadas las 3:00 de la tarde, las autoridades no tenían mucha información.
“Por el momento tenemos pocos datos. Lo que sabemos es que (el sospechoso) no es conocido de las autoridades. No parece algo conectado con terrorismo. Pero las investigaciones siguen para ver si hay conexiones de este tipo”, explicó el jefe policial.
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La aseveración de que el presunto atacante “no es” conocido de las autoridades indica claramente que fue identificado rápidamente, pero las autoridades optaron por no divulgar su nombre inmediatamente tras el ataque. Una fuente de CNN confirmó que las autoridades estaban registrando su casa, pero sin dar detalles de su localización.
Este ataque provocó la movilización de la Guardia Nacional que se encontraba en los alrededores del Capitolio. Los soldados fueron desplegados dentro de la sede del Congreso, según imágenes de las cadenas de televisión. El Pentágono confirmó el despliegue, pero sin dar explicaciones, confirmó la cadena CNN.
La Guardia Nacional fue movilizada hacia la capital de Estados Unidos después del fracasado golpe de Estado, del 6 de enero, cuando unas 2 mil personas cercaron el Capitolio tras un acto del entonces presidente Donald Trump y algunos centenares lograron ingresar al recinto. Los asaltantes ocuparon los salones de las dos cámaras, cuyos miembros debieron ser evacuados. El hecho dejó, además, un saldo de cinco muertos. Desde entonces el imponente edificio se encuentra cercado de una cerca metálica reforzada.
Las autoridades tenían planificado levantar ese cerco este fin de semana. Con el ataque de este viernes, su futuro es incierto.
Reacciones del presidente Biden y la vicepresidente Harris
El ataque al Capitolio atrapó al presidente Joe Biden en camino al retiro de Camp David. Pero en un comunicado, el mandatario lamentó el suceso. “Jill (Biden) y yo estamos desconsolados con este ataque violento contra un puesto de control de seguridad en los terrenos del Capitolio de Estados Unidos, que mató al oficial William Evans. Enviamos nuestras más sentidas condolencias a la familia del Oficial Evans y a todos los que lamentan su pérdida. Sabemos lo difícil que ha sido este momento para el Capitolio, todos los que trabajan allí, y los que lo protegen”, afirmó.
Y agregó: “He estado recibiendo informes continuos de mi Asesor de Seguridad Nacional y recibiré más actualizaciones a medida que avance la investigación. También, quiero expresar la gratitud de la nación a la Policía del Capitolio, la Fuerza de Respuesta Inmediata de la Guardia Nacional y otros que reaccionaron rápidamente a este ataque. Mientras lamentamos la pérdida de otro valiente oficial de la Policía del Capitolio, he ordenado que la enseña nacional de la Casa Blanca se baje a media asta”.
A su vez, la vice presidenta Kamala Harris también se unió al duelo. “Hoy, en un inexplicable acto de violencia, un valiente oficial de policía del Capitolio de los Estados Unidos fue asesinado en el cumplimiento de su deber, mientras otro oficial lucha por su vida. El oficial William Evans hizo el máximo sacrificio para proteger el Capitolio y quienes trabajan allí en nombre del pueblo estadounidense. El oficial Evans, su familia y todos los que lo conocieron están en nuestros corazones y en nuestras oraciones. Lloramos con ellos durante este momento difícil”, escribió la vicepresidente.