El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, anunció este jueves la extensión por otros seis meses de la suspensión del Título III de la ley Helms-Burton.
Esta norma permite las demandas contra compañías o personas que usen bienes expropiados por el gobierno cubano a ciudadanos o empresas estadounidenses.
Tillerson notificó el 12 de enero al Congreso de la extensión, que regirá desde el próximo 1ro de febrero.
Gobierno de EE.UU. vuelve a suspender Título III de ley Helms-Burton sobre Cuba https://t.co/f1JoTzKRDS
— EFE Noticias (@EFEnoticias) 25 de enero de 2018
La Ley Libertad de 1996, conocida como Helms-Burton por los congresistas que la promulgaron (Jesse Helms y Dan Burton), es actualmente la columna vertebral del embargo al que Estados Unidos tiene sometido a Cuba desde los años sesenta.
En su Título III, la ley permite a estadounidenses, así no lo fueran en el momento de la expropiación, presentar en cortes de Estados Unidos reclamos de bienes en Cuba y prohíbe a empresas extranjeras negociar con estas propiedades confiscadas.
Sin embargo, esta cláusula ha estado siempre suspendida y los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama prorrogaron cada seis meses la suspensión.
En 2013, Obama delegó la decisión sobre la prórroga a la Secretaría de Estado.
La extensión anunciada por Tillerson es la segunda durante el mandato de Donald Trump, a pesar de que su gobierno ha enfriado las relaciones bilaterales y ha restringido los viajes y negocios con la Isla.
La aplicación del Título III afectaría a empresas con negocios en Cuba de aliados de Estados Unidos, como Canadá o la Unión Europea (UE).
Beneficiaría, por otro lado, a cubano-estadounidenses que reclaman la propiedad de infraestructuras como el aeropuerto internacional José Martí de La Habana o el puerto de Santiago de Cuba.
La ley Helms-Burton fue promulgada en marzo de 1996 después de que aviones de la Fuerza Aérea de Cuba derribaran dos avionetas de la organización “Hermanos al Rescate”. Las autoridades cubanas sostienen que las aeronaves estaban en la jurisdicción de la Isla.
Esta ley castiga a empresas extranjeras que realicen negocios en Cuba, y veta a los aviones y buques comerciales que lleguen a la Isla, algo a lo que las autoridades cubanas y muchas empresas y gobiernos del mundo se oponen por su carácter extraterritorial.
EFE / OnCuba