El gobierno de Javier Milei recibió este lunes un balón de oxígeno financiero de su principal aliado internacional, Estados Unidos.
Con un acuerdo de swap (intercambio de divisas) por 20 mil millones de dólares y una promesa de créditos adicionales por el mismo monto, Washington busca estabilizar la economía de Argentina a solo seis días de unas elecciones legislativas consideradas clave para el futuro del país.
Los comicios, vistos como un medidor para la polémica gestión de Milei, definirán también el alcance de las reformas ultraliberales que promueve el presidente, cuya formación política, La Libertad Avanza (LLA), no tiene suficiente alcance numérico en el Congreso.
Sin embargo, el anuncio del acuerdo entre Buenos Aires y Washington, lejos de disipar las tensiones, dejó al descubierto la fragilidad del peso y la dependencia política de Milei de su par estadounidense, Donald Trump, quien advirtió: “Si pierde las elecciones, no seremos generosos”.
El acuerdo: un salvavidas con condiciones
El Banco Central argentino confirmó el mecanismo, diseñado para “fortalecer la capacidad de respuesta ante episodios de volatilidad“ en los mercados cambiarios.
En términos simples, el swap permite a Argentina acceder a dólares para cubrir deudas o intervenir en el mercado sin agotar sus reservas.
Milei lo explicó con crudeza: “Si no podemos salir a los mercados por el alto riesgo país, usaremos esta línea para pagar deuda con más deuda”. El objetivo, dijo, es “dar seguridad a los inversores“ y bajar las tasas de interés.
No obstante, el peso argentino siguió depreciándose (1.36 %), los bonos cayeron hasta 4 %, y el dólar informal tocó los 1495 pesos, lo que evidencia el escepticismo del mercado sobre el impacto real del acuerdo.
Trump: entre el rescate y la amenaza
El apoyo de EE.UU. no es casual. Trump ha convertido a Milei en su aliado estratégico en la región, y en los últimos días desplegó un arsenal financiero para contener la crisis que padece Argentina.
El mandatario republicano hizo que el Departamento del Tesoro comprara pesos argentinos en una operación no revelada para frenar la demanda de dólares y autorizó una línea de crédito adicional: otros 20 mil millones de dólares de bancos privados y fondos, según anunció el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Pero el respaldo tiene un precio.
En un almuerzo en la Casa Blanca la semana pasada, Trump fue tajante en su chantaje, una de sus armas favoritas de negociación: “Argentina está peleando por su vida. No tienen dinero, no tienen nada… Si los puedo ayudar, lo haré”. Pero añadió un ultimátum electoral: el apoyo de su Administración continuará solo si Milei obtiene un resultado favorable en las elecciones.
Asistencia financiera a Argentina dependerá de los resultados electorales, según Trump
La tormenta perfecta: economía frágil y elecciones ajustadas
Los mercados temen un triunfo de la oposición peronista, que podría bloquear las reformas laborales, fiscales y previsionales de Milei.
Actualmente la coalición libertaria es minoría en el Congreso, y las encuestas anticipan una pulseada reñida en distritos clave como Córdoba y Santa Fe, donde el exgobernador Juan Schiaretti resta apoyo oficialista.
Entretanto, un inestable escenario político agrava la incertidumbre con paros docentes en Rosario por recortes universitarios, a lo que suman los escándalos políticos como la renuncia del candidato José Luis Espert, apoyado por Milei, por presuntos vínculos con narcotráfico, y las pugnas internas en el gobierno por el rumbo económico.
“Control remoto desde Washington”
Algunos economistas de largo recorrido como Jorge Carrera —ex Subgerente General de Política Monetaria del Banco Central de la República Argentina—, advierten que EE.UU. podría caer en una trampa al intentar sostener el peso argentino.
“Es como meterse en un pantano sin salida”, sostuvo el experto.
Por su parte, la oposición, liderada por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ahora bajo prisión domiciliaria, resume así el estado de supeditación de la Casa Rosada: “La economía se maneja por control remoto desde Washington”.
Milei intenta calmar ansiedades políticas con un “necesitamos el tercio de votos para defender nuestros vetos”, pero si la derrota es amplia, no solo perderá margen legislativo, sino también el respaldo de Trump. El mensaje de Wall Street es claro: sin reformas, no habrá financiamiento sostenible.
Frente a este escenario, Argentina enfrenta una encrucijada histórica: avanzar hacia el ajuste que defiende Milei o volver al llamado populismo peronista. El domingo, las urnas darán el veredicto.