El gobierno alemán anunció el martes que ampliará su sistema de visas de seis meses que permiten que ciudadanos de fuera de la Unión Europea busquen trabajo en el país mientras intenta abordar la falta de empleados cualificados.
Las visas, que actualmente se aplican a graduados universitarios, abarcarán también a profesionales cualificados, explicó el ministro de Interior, Horst Seehofer.
Alemania no quiere que la “inmigración entre en el sistema de bienestar”, dijo el ministro. Los solicitantes tendrán que demostrar que pueden mantenerse económicamente y que hablan alemán.
Por su parte, el responsable de Trabajo, Hubertus Heil, señaló que el gobierno también acordó una solución “pragmática” para los solicitantes de asilo rechazados que han trabajado en el país y están integrados en la sociedad.
El ejecutivo tiene como objetivo darles un “estatus fiable… para que no enviemos a las personas erróneas a casa y después tengamos que reclutar a trabajadores cualificados de terceros países”, apuntó.