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El ataque este domingo con misiles balísticos a la ciudad ucraniana de Sumy reavivó la necesidad de un cese al fuego y el abismo en las narrativas de Kiev y Moscú sobre la naturaleza y los objetivos de una guerra que dura más de tres años.
El bombardeo, que dejó al menos 34 muertos —incluidos dos niños— y más de 117 heridos, fue calificado por Ucrania como un crimen de guerra y por Rusia como una operación militar legítima contra objetivos estratégicos.
Cronología y contexto
La ciudad de Sumy, situada a menos de 30 kilómetros de la frontera rusa, fue sacudida por dos potentes explosiones justamente cuando la población se congregaba para celebrar el Domingo de Ramos, fecha que este año coincidió para católicos y ortodoxos.
Según el jefe de la administración regional, Volodymir Artiuj, los misiles impactaron en una zona urbana con edificios residenciales, instituciones educativas y vehículos estacionados.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció que los misiles cayeron en una calle común, afectando gravemente el Centro de Congresos adjunto a la Universidad pública de Sumy, espacio cultural utilizado por niños y familias para actividades artísticas y educativas.
Zelenski reiteró la necesidad de una respuesta global y de sanciones más duras contra Rusia, subrayando que “solo una presión real sobre Rusia puede detener esto”.
Una voz disidente
Sin embargo, versiones extraoficiales, como la del alcalde de Konotop, Artem Semenijin, sugieren que en Sumy se estaba llevando a cabo una ceremonia de condecoración a militares, aunque las autoridades regionales niegan que los soldados estuvieran expuestos durante el ataque.
“Hasta donde pude averiguar, el jefe de la administración de la región de Sumy, Volodimir Artiuj, decidió condecorar a militares de la brigada 117 (que regresaron de Kursk), a pesar de que se le advirtió que no lo hiciera”, denunció a la prensa ucrania Semenijin.
Desde Washington, Keith Kellog, enviado especial de la Casa Blanca para Ucrania y Rusia, calificó el ataque como una acción que “traspasa cualquier límite de la decencia” y ejemplifica la urgencia de poner fin a la guerra.
Líderes europeos como el ministro de Exteriores de Polonia, Radek Sikorski, y la canciller finlandesa, Elina Valtonen, han denunciado el ataque como un crimen de guerra y pedido sanciones más severas contra Moscú.
Habla Moscú
Por su parte, el Kremlin sostiene que el ataque tenía como objetivo una reunión de mandos militares ucranianos y que el ejército ruso s0lo ataca objetivos militares.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que la operación estaba dirigida contra una concentración de fuerzas militares y acusó a Kiev de utilizar a civiles como escudos humanos al organizar reuniones militares en el centro de la ciudad.
Moscú asegura que en el ataque murieron más de 60 soldados ucranianos, aunque no presentó pruebas para respaldar esta afirmación.
En el plano diplomático, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, insistió en que Occidente busca perpetuar el conflicto y preservar un “régimen nazi” en Ucrania, acusando a los líderes europeos de preparar el terreno para una nueva guerra contra Rusia.
Lavrov también subrayó que Rusia exige garantías creíbles por parte de Ucrania y Occidente para avanzar en cualquier proceso de paz.
El canciller ruso destacó la existencia de “personas razonables” en la administración estadounidense tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que ha permitido avanzar en temas como el funcionamiento de las embajadas y la protección de infraestructuras energéticas.
Trump se pronuncia
El presidente Trump no tardó en reaccionar al ataque. Lo calificó como un “error”, pero fiel a su estilo retórico, fue más allá al responsabilizar tanto al ex presidente Joe Biden como a Volodimir Zelenski y Vladimir Putin por el inicio y la prolongación de la guerra.
En otras declaraciones, esta vez durante una reunión con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, el mandatario arremetió nuevamente contra Zelenski, acusándolo de ser corresponsable de la invasión rusa y de buscar constantemente armamento occidental para defenderse.
“Cuando empiezas una guerra, tienes que estar seguro de que puedes ganarla. No empiezas una guerra contra alguien que es 20 veces más grande que tú y luego esperas que la gente te dé algunos misiles”, afirmó Trump en una crítica directa a la estrategia ucraniana y a la política de apoyo militar de Occidente.
En paralelo, la Unión Europea debate un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, aunque las divisiones internas dificultan la adopción de medidas más severas que también impactan a las economías europeas.
Capturan a voluntarios chinos
Mientras, dos ciudadanos chinos capturados por las fuerzas ucranianas cuando combatían para Rusia, dijeron en una conferencia de prensa en Kiev que se unieron a la guerra voluntariamente después de ver anuncios de reclutamiento en TikTok.
Aseveraron que no fueron alentados ni apoyados por las autoridades chinas, quienes les advirtieron sobre el peligro de participar en el conflicto.
Ambos dijeron que esperan ser incluidos en un futuro intercambio de prisioneros y regresar con sus familias, precisó el reporte de la agencia estadounidense Associated Press (AP).
Si bien China ha brindado un fuerte apoyo diplomático a Rusia desde que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania, en febrero de 2022, no se cree que haya proporcionado a Rusia tropas, armas o experiencia militar de manera consciente, comentó la AP.