Una conversación esperada, aunque no produjo resultados sustanciales. Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, estuvieron al habla durante 110 minutos este viernes, pero lo único que acordaron fue que la guerra de Ucrania tiene que acabar.
Biden le dijo a Xi que si interviene en el conficto las consecuencias serán serias, pero no aclaró cuáles, dato importante teniendo en cuenta que China sigue siendo el mayor acreedor de Estados Unidos.
El presidente Biden intentó utilizar esa videollamada para disuadir a su homólogo chino de ayudar a Rusia en su guerra contra Ucrania.
China y Ucrania tienen importantes relaciones económicas. Kiev colabora en el desarrollo de la industria aeronáutica china. Ambos países han desarrollado el primer avion comercial chino, el MC21-300, que intenta competir con el galo Airbus 321 y el estadounidense Boeing 737. Ucrania aporta la tecnologia para la construcción de los motores.
Por eso, entre otras cosas, Xi le dijo a Biden que China también tiene responsabilidad en garantizar la paz, y que no está interesada en una escalada del conflicto.
Pero la Casa Blanca dijo después que sus preocupaciones sobre la posible intervención de Beijing no se han disipado. “Tenemos esa preocupación”, dijo la secretaria de prensa, Jen Psaki. “El presidente detalló cuáles serían las implicaciones y consecuencias si China brinda apoyo material a Rusia mientras realiza ataques brutales contra ciudades y civiles ucranianos. Y eso es algo que estaremos observando y el mundo estará observando”.
Altos funcionarios de la administración describieron la llamada como “directa”, “sustancial” y “detallada”, pero no ofrecieron muchos detalles sobre la conversación. La mayor parte de la discusión de los líderes se centró en la guerra en Ucrania y las implicaciones que tendría la crisis para las relaciones entre Estados Unidos y China y el orden internacional, dijo un funcionario. Pero la administración se negó a detallar públicamente cuáles serían esas consecuencias.
El objetivo de Biden al hablar directamente con Xi era, en parte, determinar dónde se encontraba exactamente el presidente chino, pero no quedó claro si había ganado mucho espacio. El mandatario estadounidense no hizo ninguna solicitud específica a Xi, dijo la Casa Blanca, y optó por ofrecer una visión más amplia de la situación internacional.
“China tiene que tomar una decisión por sí misma sobre dónde quiere pararse y cómo quiere que los libros de historia los miren y vean sus acciones”, dijo Psaki. “Es una decisión que debe tomar el presidente Xi”.
A pedido de los presidentes, los funcionarios estadounidenses y chinos continuarán las conversaciones en los próximos días, dijo la Casa Blanca. Y Biden planea discutir el papel de China con otros líderes occidentales en una cumbre de la OTAN la próxima semana en Bruselas, Bélgica.
Las declaraciones de China sobre la guerra en Ucrania no llegaron a denunciar la invasión, pero tampoco ofrecieron un apoyo explícito. Xi ha ofrecido un respaldo nominal a los esfuerzos de mediación entre Rusia y Ucrania.
Estados Unidos ya había advertido a sus aliados europeos y asiáticos que China había expresado su disposición a proporcionar a Rusia asistencia militar y financiera que Moscú había solicitado cuando su invasión se prolongó por tres semanas. Pero los funcionarios dijeron que Beijing todavía esta estudiando cómo responder.
China comenzó a ofrecer su propia versión de la videollamada momentos después de que comenzara, describiendo el mensaje de Xi a Biden en la televisión estatal.
“No solo debemos llevar el desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos por el camino correcto, sino también asumir nuestras responsabilidades internacionales y esforzarnos por la paz y la tranquilidad mundiales”, dijo Xi, según la televisión estatal de Beijing.
“El mundo no es ni pacífico ni tranquilo. La crisis de Ucrania es algo que no queremos ver”, aseguró el mandatario chino.
La invasión rusa a Ucrania ha inquietado a los líderes chinos, en parte porque el ejército ruso ha sufrido pérdidas sorprendentes y avanzado más lentamente de lo que muchos esperaban. Los funcionarios estadounidenses también han dicho que Xi estaba sorprendido por la unidad entre las naciones occidentales y asiáticas a la hora de imponer sanciones a Rusia.