Los seis hombres, que no fueron identificados públicamente, fueron recogidos por unidades antiterroristas en las regiones francesas del este del país, en Moselle e Isère, y en la región noroeste, en Ille-et-Vilaine.
El lunes último el ministro de Interior, Christophe Castaner, había declarado estar “atento” a amenazas provenientes de “movimientos extremistas tanto de derecha como de izquierda, muy activos en territorio francés”.
Los informes hablan de un “posible complot” que involucraba una “acción violenta” dirigida al presidente. Los fiscales iniciaron una investigación sobre una “asociación terrorista criminal”.
En julio de 2017, un extremista de 23 años fue acusado de conspirar para asesinar a Macron en el desfile militar del Día de la Bastilla de Francia, al que asistió el líder francés junto con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El hombre, hoy cumpliendo arresto en su casa, había confesado a la policía que quería “matar a Macron en el desfile nacional del 14 de julio” en París, junto con “musulmanes, judíos, negros y homosexuales”. Sin embargo, se trataba más de un plan solitario y originado en una demencia que en un plan terrorista: solo se encontraron tres cuchillos de cocina en su automóvil.