Joe Biden fue a Europa varios días de la semana pasada y regresó envuelto en una tormenta política. Todo esto porque en un discurso en Varsovia, Polonia, abogó por la salida del poder de su colega ruso, Vladimir Putin. “Por el amor de Dios, este hombre no puede permanecer en el poder”.
La frase causó controversia entre los aliados de la OTAN y la Unión Europea, porque desde el inicio del conflicto ucraniano, el 24 de febrero, ninguno había propuesto la salida de Putin y la política de Estados Unidos ha sido la misma.
“Yo no utilizaría este tipo de palabras. Si queremos hacer esto [lograr un cese al fuego] no podemos elevar [la retórica] ni con palabras o acciones”, comentó el presidente francés Emmanuel Macron en un discurso televisado.
La frase de Biden obligó a la diplomacia estadounidense a lanzar una andanada de explicaciones tratando de matizar al presidente. Lo cierto es que la frase no formó parte del texto original del discurso y fue agregada por el presidente a último minuto.
Uno de los que acudió en su ayuda fue el secretario de Estado, Anthony Blinken. “Nosotros no tenemos una estrategia de cambio de régimen en Rusia ni en otro lado. En este caso, como en cualquier caso, le toca decidir al pueblo del país en cuestión. Es un asunto del pueblo ruso”, afirmó durante un viaje a Israel.
Putin “no puede permanecer en el poder”, dice el presidente Biden
Luego de un par de días de silencio sobre la controversia, Biden dijo el lunes que estaba expresando su “indignación moral”, no un cambio de política, cuando dijo que el hombre fuerte ruso no debería estar en el poder. Pero no retiró un ápice de lo dicho en Varsovia.
A los republicanos del Congreso, pese al apoyo que le han dado a Biden en esta crisis, les preocupa que el Kremlin, que ha dicho que Estados Unidos está decidido a destruir Rusia, aprovecharía el comentario.
El senador Rob Portman, republicano de Ohio, describió el discurso de Biden como “muy fuerte, a pesar de la improvisación al final”. El comentario “le hace el juego a los propagandistas rusos y a Vladimir Putin”, dijo durante una entrevista ayer domingo en el programa Meet the Press de NBC.
Moscú respondió rápidamente. El sábado, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que no le correspondía a Biden “decidir quién debería ser el presidente ruso”.
Vyacheslav Volodin, un importante legislador ruso, escribió en Telegram que ni Boris N. Yeltsin ni Mijail Gorbachov, quienes lideraron durante la Guerra Fría, fueron objeto de comentarios similares por parte de los jefes de Estado estadounidenses. “La razón de este comportamiento será explicada de manera más profesional por los psiquiatras”, dijo Volodin.
El senador Jim Risch, de Idaho, el principal republicano en el Comité de Relaciones Exteriores, dijo que Biden cometió una “metedura de pata horrenda” en un discurso por lo demás bueno.
El representante Michael McCaul de Texas, el principal republicano en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, sugirió que el comentario improvisado amenazaba con eclipsar las discusiones sobre cómo continuar ayudando a Ucrania en su lucha contra Rusia.