Redacción OnCuba
El papa Francisco canonizará al italiano Carlo Acutis, fallecido en 2006, a los 15 años y con una labor de evangelización a través de internet.
Según Noticias del Vaticano, se trata de “un talento de la primera época de Internet junto con un gran corazón”.
Messaggio del Santo Padre ai partecipanti al Simposio "Towards a Narrative of Hope: An International Interfaith Symposium on Palliative Care" – https://t.co/KNGzJxE9W1
— Holy See Press Office (@HolySeePress) May 22, 2024
El pontífice, según comunicado emitido este jueves por la Santa Sede, recibió en audiencia al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, y decidió convocar un consistorio para la santificación de Acutis.
Nacido en 1991
Acutis murió en octubre de 2006 a causa de una leucemia, fue enterrado en la basílica de Asís, donde en 2020 fue declarado beato, “en uno de los procesos más rápidos que se recuerdan en la Iglesia católica”.
Para ello, según Efe, la Congregación para las Causas de los Santos atribuyó a su intercesión la curación “milagrosa” y vista inexplicable por algunos expertos, ocurrida el 12 de octubre de 2013 en Campo Grande en Brasil, de un niño con una malformación congénita del páncreas.
Nacido en Londres y criado en Milán, desde temprana edad Acutis había mostrado una profunda devoción a la fe católica, especialmente a la Eucaristía.
Era conocido por su habilidad en la informática y creador de un sitio web sobre milagros eucarísticos que se “ha convertido en una referencia imprescindible sobre la materia”, según recuerda la web Info católica.
Acutis fue celebrado como el primer beato “milenial” o nativo digital y por “evangelizar y documentar milagros en internet”, con aplicaciones o vídeos, a pesar de que creció en una familia no practicante.
En el consistorio donde se canonizará a Acutis también se abordarán la canonización de otros tres beatos: el cura italiano Giuseppe Allamano, fundador de los Misioneros de la Consolata, la monja canadiense Marie-Léonie Paradis y la religiosa italiana Elena Guerra.
