La inconclusa Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, del afamado arquitecto Antoni Gaudí, recibió finalmente una licencia oficial de obras, 137 años después de que empezó su construcción.
El ayuntamiento de Barcelona precisó el viernes que concedió a los actuales constructores un permiso de trabajo válido hasta 2026.
Los constructores dicen que es tiempo suficiente para terminar de levantar las torres centrales del emblemático templo católico.
La piedra fundamental de la basílica fue colocada en 1882, pero las autoridades de Barcelona afirman que no hay constancia de que se haya concedido nunca una licencia de construcción, aunque se solicitó por primera vez en 1885.
Las autoridades de Barcelona afirman que la ciudad recibirá 4,6 millones de euros (5,2 millones de dólares) en pago de derechos por el permiso, en virtud de un acuerdo negociado con una fundación dedicada a completar y preservar La Sagrada Familia.
Con el acuerdo entre la ciudad y la fundación, se ha podido “conseguir acabar con una anomalía histórica en nuestra ciudad”, según la funcionaria barcelonesa Janet Sanz.
Más de 4,5 millones de visitantes pagan cada año entre 17 y 38 euros cada uno para visitar la basílica del tamaño de una catedral.
El gobierno de Barcelona estima que 20 millones de turistas se paran afuera para maravillarse con los campanarios. Gaudí planeó erigir 12, uno por cada uno de los discípulos de Jesucristo, pero es posible que nunca lleguen a construirse todos.
Una vez terminadas, las torres centrales harán de La Sagrada Familia la estructura religiosa más alta de Europa, con 172,5 metros (566 pies) de altura, según los constructores.
Barcelona tiene la mayor concentración de inmuebles diseñados por Gaudí, cuya atrevida estética modernista sigue inspirando a los arquitectos.
Como católico ferviente, dedicó gran parte de su vida profesional a la Sagrada Familia, para lo cual incorporó elementos del simbolismo cristiano junto con las formas orgánicas que empleaba a menudo.
Gaudí murió en 1926 tras ser atropellado por un tranvía cuando apenas una de las fachadas había sido terminada. Está enterrado en la cripta de la iglesia.
Las obras en curso se basan en las maquetas de yeso del arquitecto, así como en fotos y publicaciones de sus dibujos originales, que fueron destruidos en un incendio en la década de 1930, según la fundación de la Sagrada Familia.