Más de dos años después de su comienzo, la guerra ruso-ucraniana parece adentrarse en un nivel aún más peligroso al reformular el presidente Vladimir Putin la doctrina nuclear de Rusia, y su par ucraniano, Volodymir Zelensky, presentar en Washington un llamado plan de victoria sobre Moscú.
Si bien los detalles de dicho plan se desconocen, el gobernante ucraniano insiste en que los socios occidentales deben dar el visto bueno a Kiev para utilizar armamento de larga distancia sobre territorio ruso, una línea roja para el Kremlin que justamente ha motivado el acotamiento de su estrategia nuclear de respuesta.
“Es un aviso que advierte de las consecuencias en caso de que esos países participen en un ataque contra nuestro país por diversos medios, no obligatoriamente nucleares”, apuntó este jueves Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Putin ya había sugerido hacía varios meses esa posibilidad, pero no se decidió a anunciar la nueva doctrina hasta que Moscú concluyó que, en realidad, la OTAN ya tomó hace mucho tiempo la decisión política de permitir que Kiev golpee objetivos en territorio ruso con sus misiles, analizó un reporte de la agencia EFE.
Durante la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, el mandatario destacó que “se amplió la categoría de Estados y alianzas militares” y “el listado de amenazas militares” contra las que se llevarán a cabo “acciones de disuasión nuclear”, en alusión a la tríada rusa integrada por misiles intercontinentales, submarinos atómicos y aviones estratégicos.
Al respecto, Peskov subrayó que la nueva doctrina está dirigida “a los países inamistosos”, en alusión a los miembros de la OTAN, además de Japón y Australia, entre otros.
El portavoz, sin embargo, no confirmó que la nueva doctrina suponga ni un aumento del arsenal estratégico ni un pronto ensayo nuclear por Rusia.
Kommersant, una opinión
De acuerdo con el periódico Kommersant, ya la opción de contraatacar con medios nucleares a una ofensiva convencional, pero con el respaldo de un Estado nuclear, fue introducida por Rusia en 1995 y, de hecho, podía permitirle recurrir a dicho armamento contra las tropas ucranianas por penetrar en agosto en la región rusa de Kursk.
“Nos reservamos el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión en contra de Rusia y Bielorrusia como miembro de la Unión Estatal (…) Incluido si el adversario utiliza armamento convencional y crea una amenaza vital para nuestra soberanía”, advirtió este miércoles el jefe del Kremlin.
Este punto es interpretado por el diario como “bajar el umbral para el uso de armamento nuclear”, ya que el documento de 2020 permitía esa posibilidad sólo si el ataque amenazaba la misma existencia del Estado ruso.
En la actualización de la doctrina por Putin aparece ahora que “las condiciones del uso de armas nucleares por parte de Rusia” también se emplearían “en caso de recibir información verídica sobre el despegue masivo de medios de ataque aeroespaciales y el cruce de nuestra frontera”.
Por primera vez, el documento alude no sólo a la aviación y a aparatos hipersónicos enemigos, sino también a drones, un instrumento de guerra que ha adquirido una gran popularidad en los últimos años, hizo notar EFE.
Zelensky y su “plan para la victoria”
Este jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió en la Casa Blanca con su homólogo de Ucrania, Volodimir Zelenski, para hablar sobre el llamado “plan de victoria” con el fin de derrotar a Rusia después de que Washington anunciara un nuevo paquete de asistencia para Kiev valorado en 7 900 millones de dólares.
La nueva partida se divide en 2 400 millones para proporcionar a Kiev defensa aérea adicional, así como sistemas aéreos no tripulados y municiones aire-tierra. Asimismo, retirará de las existencias estadounidenses 5 500 millones de dólares para Ucrania.
Zelenski dijo que trabajará con Biden para alinear enfoques de cara a implementar la nueva iniciativa militar contra Moscú, en momentos en que las tropas rusas continúan rompiendo la resistencia ucraniana en varios sectores del largo frente, de unos mil kilómetros, en el Donbás, y recupera terreno usurpado por fuerzas de Kiev en el sector ruso de Kursk.
Las tropas de Moscú han llegado a las afueras de Vuhledar, en la región de Donetsk, y ahora podrían estar amenazando la ciudad desde tres flancos en medio de lo que parece ser una ofensiva intensificada, apreció este jueves Ministerio británico de Defensa.
Entretanto, el gobernante ucraniano dialogó con la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, quien calificó la guerra de “un ataque contra los principios fundamentales de la soberanía y la integridad territorial”. Harris aseguró su respaldo a parar los pies a Putin, quien “podría poner su mirada en Polonia, los Estados bálticos y otros aliados de la OTAN”.
“Estamos en un momento crítico de esta guerra. Con la operación Kursk hemos demostrado que Putin no tiene fuerza para resistir cuando aplicamos una presión real”, manifestó Zelensky en un comunicado de prensa.
Su evaluación de los acontecimientos tiene lugar cuando faltan apenas 40 días para las elecciones en Estados Unidos, en las que el aspirante republicano, Donald Trump, ha prometido acabar con la guerra en 24 horas si reconquista la Casa Blanca.